Ghazaleh Chalabi, la joven iraní asesinada por un francotirador durante las protestas en Irán
Protestas en Irán
La policía de Irán amenazó a los padres de una joven asesinada en las protestas: «retendremos su cuerpo si arman lío»
Este jueves se cumplirán 40 días desde la muerte de Ghazaleh Chalabi, una joven iraní de 33 años que recibió un disparo en la cabeza mientras filmaba y transmitía desde su móvil las protestas en la ciudad de Amol.
En vísperas de cumplirse el período de luto tradicional en el Islam, un pariente y un amigo de la familia relatan a The Guardian como los padres de la joven han sido objeto de una campaña de acoso sostenido por parte de las fuerzas de seguridad iraníes.
La muerte de Chalabi fue particularmente impactante porque las imágenes de las protestas que estaba haciendo en su teléfono en el momento en que le dispararon se conservaron y se cargaron en las redes sociales. Sus últimas palabras fueron: «No tengas miedo, no tengas miedo».
Chalabi estuvo en coma durante seis días antes de morir. «Le dispararon desde el frente», dijo en una entrevista un pariente quien agregó que «había un pequeño agujero en su frente. La bala salió por detrás de su cabeza donde dejó un agujero del tamaño de una mandarina».
Mientras Chalabi estaba en coma, sus padres fueron acosados repetidamente por las fuerzas de seguridad que amenazaron con retener su cuerpo y enterrarla en un lugar desconocido «si hacían ruido».
Las fuerzas de seguridad también amenazaron con tomar represalias contra el hermano de Chalabi si los padres hablaban e incluso rechazaron el deseo de Chalabi de que sus órganos fueran donados porque la haría parecer una mártir.
De acuerdo con The Guardian un amigo cercano de la familia dijo: «Había muchos oficiales vestidos de civil en su entierro, y estaban filmando a la gente para asustarlos. Hasta ahora, el servicio de inteligencia ha convocado a sus familiares y los ha amenazado por teléfono».
Las amenazas son típicas de las tácticas de intimidación utilizadas por los servicios de seguridad para tratar de reprimir las protestas que se han expandido en el país durante semanas desde la muerte bajo custodia policial el 16 de septiembre de Mahsa Amini.
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