Viktor Orbán aboga por una Europa centrada en la familia y la inmigración en lugar de los derechos LGBT
El presidente de Hungría apeló a la cooperación entre países con valores similares, de cara a las elecciones europeas de 2024
El Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha manifestado su deseo de que la Unión Europea cambie de rumbo en las próximas elecciones europeas de 2024.
En una entrevista en la radio pública Kossuth, Orbán instó a la UE a poner el foco en cuestiones como la búsqueda de paz en Ucrania, la protección de la familia y la regulación de la inmigración, en lugar de enfocarse en políticas relacionadas con la identidad de género y los derechos LGBT.
Orbán expresó su optimismo respecto a la posibilidad de que las elecciones europeas resulten en un cambio de políticas en Bruselas que favorezca a la familia. Según el primer ministro húngaro, es necesario establecer una nueva dirección política que priorice estas áreas.
Estas declaraciones se produjeron en el marco de la Cumbre Demográfica celebrada en Budapest. El evento, que tiene lugar cada dos años, reúne a líderes y personalidades políticas de tendencias ultraconservadoras y de extrema derecha bajo el lema «La familia es la clave de la seguridad».
Este año, la cumbre contó con la participación de la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni. Orbán subrayó la importancia del evento como plataforma para la construcción de alianzas entre las fuerzas europeas que mantienen posturas similares respecto a la familia.
Además de abogar por un cambio de dirección en la UE, Orbán criticó las políticas de doble rasero aplicadas por la Unión a países como Hungría y Polonia. Estas naciones se enfrentan a procedimientos por parte de la UE debido a políticas nacionales que, según Bruselas, contravienen los valores democráticos y europeos.
Uno de los puntos más contenciosos entre Hungría y la Unión Europea es la retención de 22.000 millones de euros en fondos comunitarios destinados al país. La Unión ha congelado la entrega de estos fondos hasta que se pueda demostrar que los programas financiados con ellos respetarán la Carta Europea de Derechos Fundamentales.