Rusia contempla un escenario de guerra nuclear con China, según los documentos filtrados al 'Financial Times'
China y Rusia tienen firmado un Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación que consagra la «amistad eterna» entre ambas potencias
Una filtración de documentos militares rusos al Financial Times ha dejado a la luz los criterios según los cuales Rusia emplearía armas nucleares en un conflicto.
La filtración ha sido muy útil para comprender mejor la doctrina nuclear rusa moderna y ha desvelado que el umbral para el uso de armas nucleares tácticas es más bajo de lo que se creía y de lo que reconocían oficialmente las autoridades rusas.
Los documentos filtrados llaman la atención por el hecho de que Rusia ha diseñado planes para el caso de un conflicto con China, principal aliado de Moscú en el actual contexto de sanciones internacionales, con intervención de armas nucleares.
En ese sentido, las fuerzas rusas habrían proyectado un caso hipotético en el que China podría efectuar una invasión terrestre sobre Rusia. En la hipotética primera oleada china, Rusia respondería con un contraataque convencional.
Pero, si ese contraataque fracasa y China lanzara una segunda oleada que pudiera dar un mayor impulso a la penetración territorial de las fuerzas chinas, el alto mando ruso contemplaría el lanzamiento de un ataque nuclear.
En el caso concreto de Ucrania, el hecho de que Kiev carezca de arsenal nuclear aleja la posibilidad del empleo de un arma nuclear en el territorio.
Según detalla el Financial Times, la filtración procedió de fuentes de inteligencia occidentales y se trataría de documentos elaborados entre 2008 y 2014.
Los documentos recogen juegos de guerra reales en los que las fuerzas rusas han ido diseñando los escenarios y casos en los que emplearían armas nucleares tácticas o nucleares.
Los escenarios van desde una invasión militar del territorio ruso, una derrota masiva de las fuerzas convencionales rusas, la inminencia de un ataque nuclear enemigo o la destrucción de porcentajes concretos de submarinos y buques de superficie.
Según reconoce Alexander Gabuev, director del Centro Carnegie de Berlín para Estudios Rusos y Euroasiáticos, «es la primera vez que vemos documentos de este tipo en el dominio público, Muestran que el umbral operativo para el uso de armas nucleares es bastante bajo si el objetivo deseado no puede alcanzarse por medios convencionales».
Los documentos filtrados apuntan a que Rusia podría efectuar un ataque nuclear táctico si el enemigo destruye el 20 % de los submarinos nucleares rusos, tres cruceros, tres aeródromos o si se ataca de forma simultánea los principales centros de mando costeros y de reserva.
Además, revelan los documentos que el Ejército ruso podría hacer uso de armas nucleares tácticas para «disuadir a los Estados de una agresión, o la escalada de conflictos militares» y «detener la agresión», así como evitar la derrota de las fuerzas rusas.
Lo más sorprendente de los documentos, sin embargo, son las referencias a una posible guerra con China, principal aliado de Putin y apoyo de Rusia para sostener su economía en tiempos de guerra.
El informe habla de un escenario en el que la Federación del Norte (Rusia) se enfrente a una invasión de tropas del Sur (China).
En ese caso, Rusia estaría dispuesta a utilizar armas nucleares tácticas contra China si sus tropas lanzan una segunda ola ofensiva que amenace con un avance mayor en el flanco donde se produjo el ataque principal.
Se trata de una simulación, un juego de guerra, pero no deja de ser sorprendente. Preguntado sobre la cuestión por el Financial Times, el ministerio de Exteriores chino se limitó a resaltar el Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación existente entre Rusia y China que «consagra legalmente el concepto de amistad eterna y no hostilidad» entre ambas potencias.
El último caso lo protagonizó el mismo Putin este jueves durante el discurso que ofreció al Parlamento ruso.
Putin afirmó que el despliegue de tropas aliadas en Ucrania, en referencia a las afirmaciones de hace unos días del presidente francés Emmanuel Macron sobre un posible despliegue de tropas de la OTAN para apoyar a Kiev, tendría consecuencias «trágicas».
El presidente ruso acusó a Occidente de provocar «una amenaza real de un conflicto en el que se usen armas nucleares, lo que significa la destrucción de la civilización», y aseguró que los europeos «tendrían que darse cuenta de que nosotros también tenemos armas capaces de alcanzar objetivos en su territorio».