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29 de abril de 2024

Buques de guerra de EE.UU., Filipinas, Australia y Japón en maniobras conjuntas

Buques de guerra de EE.UU., Filipinas, Australia y Japón en maniobras conjuntasAFP

Japón anuncia un rearme para hacer frente al «punto de inflexión histórico» que experimenta el mundo

La guerra de Ucrania, la guerra de Gaza o el expansionismo chino han llevado a las autoridades japonesas a abandonar su tradicional postura pacifista adoptada tras la Segunda Guerra Mundial

La virulencia del expansionismo belicista de China y Rusia está forzando a países neutrales o con unas fuerzas armadas limitadas y pensadas para la autodefensa a replantear sus posiciones e iniciar procesos de rearme.
Se ha visto con Finlandia, que ha abandonado su tradicional posición neutral, adoptada tras la guerra con la URSS de 1939-1940, conocida como Guerra de Invierno, para incorporarse a la OTAN como medida de disuasión frente a una posible agresión rusa.
En el contexto también de la guerra de Ucrania, también Alemania ha decidido iniciar un proceso de rearme y fortalecimiento de sus fuerzas armadas.
Ahora es Japón, cuyas capacidades militares han permanecido muy limitadas tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, y cuya seguridad y defensa está en gran parte en manos de Estados Unidos, la que ha anunciado que dejará atrás su tradicional postura de limitar sus fuerzas armadas y se embarcará en un proceso de rearme.
En una entrevista concedida a la CNN con motivo de la cumbre Estados Unidos-Japón, que tendrá lugar el próximo miércoles, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, apuntó a que el mundo vive en la actualidad «un punto de inflexión histórico» con conflictos en varios lugares del mundo
Las guerras en Ucrania y en Oriente Medio, el deterioro en Asia oriental, las fricciones entre China y Taiwán y entre China y los países ribereños del mar de China Meridional, y, principalmente, el desafío armamentístico de Corea del Norte, han convencido a las autoridades japonesas de que ha llegado el momento de dejar los traumas del imperialismo japonés que llevó al país al desastre de la Segunda Guerra Mundial y recuperar sus capacidades militares.
El asunto no es nuevo, Japón lleva mínimo un año debatiendo si embarcarse en un proceso de rearme o no.
El temor a un resurgimiento del nacionalismo militarista japonés, y las heridas con China, Corea y Filipinas por los crímenes de los soldados japoneses durante la contienda mundial han creado un sentimiento antimilitarista muy extendido en la sociedad nipona.
«Mientras somos testigos de la agresión rusa en Ucrania, de la situación grave que se mantiene en Oriente Medio, y de la situación en el este de Asia, nos enfrentamos a un punto de inflexión histórico», razonó el primer ministro de Japón en la entrevista.
Por ese motivo, «Japón ha tomado la decisión de reforzar sus capacidades de defensa y modificar la política de seguridad de Japón».
Al mismo tiempo, ha reconocido que la difícil coyuntura geopolítica ha llevado a un estrechamiento de las relaciones con Estados Unidos, cuyo vínculo en cooperación en materia de defensa es «cada vez más importante».
Ante las críticas de los países de la región que sufrieron el terror del imperialismo japonés durante la Segunda Guerra Mundial, principalmente China y Corea del Norte –precisamente los países que con su expansionismo militarista han justificado el cambio de postura en defensa por parte de Tokyo– Kishida recordó que «en nuestro vecindario hay países que están desarrollando misiles balísticos y armas nucleares, y otros que están aumentando sus capacidades de defensa de manera opaca».
También se justificó aludiendo a los constantes desafíos de la Flota china «tanto en el mar de China Oriental como en el mar de China Meridional».
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