¿A cuál Palestina se reconoce?

Israel se encuentra en el medio de una guerra, con varios frentes abiertos: El terrorismo palestino representado por Hamás, en contra Hezbolá del lado de Líbano y el Yemen y con ataques directos con Irán, además de las operaciones en Siria para ayudar a la comunidad Drusa.

De manera paralela el país está bajo fuego internacional en una batalla comunicacional muy bien orquestada, un grupo de países exigen el fin de la guerra desconociendo el derecho a la legítima defensa que tiene Israel. Se le presiona para un alto al fuego, pero a quienes provocaron la guerra no se les exige que liberen a los secuestrados y que cesen los ataques.

Nos hemos olvidado de los crímenes del 7 de octubre, de los cientos de kilómetros de túneles construidos por los terroristas, de los hospitales, escuelas y mezquitas utilizados como centros de operaciones, de los secuestrados o de la participación de la UNRWA cómo brazo de los terroristas.

Israel está perdiendo la guerra mediática, luchar por la soberanía en estos tiempos tiene igual importancia que la lucha por la imagen.

Son muchos los millones de dólares que bailan alrededor de este conflicto en favor de la causa palestina, que se ha convertido en una buena herramienta para distraer grandes problemas mundiales.

La hambruna de Sudán, Sudán del Sur, Haití, Mali, Burkina Faso y otros países inmersos en inseguridad alimentaria aguda se deja de lado. La guerra de Ucrania está en «modo avión».

Se ha desmontado cualquier cantidad de propaganda falsa y bulos donde se ven niños con desnutrición y padres con obesidad, imágenes de otros conflictos o irreales, vídeos que captan todo el montaje y la estrategia de Hamas, terroristas haciéndose con la ayuda humanitaria, pero cualquier cosa en favor de Israel hay que silenciarla.

Desde el comienzo de la guerra han entrado aproximadamente 2 millones de toneladas ayuda humanitaria casi 100.000 camiones, hoy todavía existen casi 600 contenedores que están dentro de Gaza y no han podido ser distribuidos. Israel lanza desde el aire contenedores de comida pero resulta que el problema es que las cajas hacen daño cuando aterrizan, no hay manera.

La idea es dar legitimidad a algo inexistente a un Estado palestino, esto es un premio a la violencia, es la coronación del odio que no resolverá el conflicto, cada quien tiene su motivo: España intenta tapar los casos de corrupción en el entorno de su Gobierno, Macron con casi 80 % de rechazo a su gestión cree que con este coqueteo puede atraer la atención de ese 13 % de musulmanes que ya tienen tomado el país, el caso de Inglaterra va por el mismo camino, pero también es parte de la estrategia para provocar a su socio tradicional y a Mr. Trump.

En nada contribuye el planteamiento de un reconocimiento del Estado palestino si no se logra conseguir un nuevo liderazgo que asuma el control de la zona y que se desarme por completo a Hamás. La pregunta es a cuál de los dos estados palestinos se pretenden reconocer: a los terroristas de Hamás o a la disminuida Autoridad Palestina a la que tampoco le interesa una solución porque la sopa boba se le terminaría. En Cisjordania pareciera que la guerra no es con ellos.

La propuesta de Francia e Inglaterra y otros, además de fantasiosa es una contribución más para traer al siglo XXI, los prejuicios antisemitas de la Edad Media.

*David Bittan Obadia es abogado y analista de asuntos internacionales