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CrónicaEduardo ZalovichTel Aviv

El Parlamento (Knesset) se prepara para recibir a Donald Trump, el nuevo ídolo de Israel

Su popularidad aquí es mayor que en su propio país. La sociedad lo considera un aliado real, por encima de intereses políticos y su yerno, Jared Kurchner, judío ortodoxo, conoce a Netanyahu desde niño

Trump, durante su discurso en QuanticoGetty Images via AFP

El presidente Donald Trump, tras lograr el fin de la guerra en Gaza, llega este lunes a Israel en visita relámpago. Su popularidad aquí es mayor que en su propio país. La sociedad lo considera un aliado real, por encima de intereses políticos. Para el premier Benjamín Netanyahu es un amigo personal, de los pocos que tiene entre los líderes mundiales.

Trump le ha elogiado públicamente, definiéndolo como un «héroe que ha luchado toda su vida». En la imprevisible política exterior del republicano, el apoyo al Estado hebreo es una constante. Su yerno, Jared Kurchner, judío ortodoxo, conoce a Netanyahu desde niño a través de su padre Charles, hoy embajador en Francia.

En aquella época se quedaba a dormir en casa de la familia Kurchner cuando viajaba a EE.UU. y Jared le cedía su cuarto. Años después se casó con Ivanka, hija del presidente, y ella se convirtió al judaísmo.

Jared Kurchner es experto en Oriente próximo , el «cerebro» de los planes presentados por su suegro

Jared es experto en Oriente próximo , el «cerebro» de los planes presentados por su suegro, y cultivó una amistad personal con gobernantes árabes. En especial con Mohamed bin Salman, hombre fuerte y heredero del trono saudita.

Netanyahu intentará convertir la visita, que será electrizante para Israel, en su victoria personal. Pero incluso en medio de la alegría, tendrá presente el panorama general provocado por la guerra.

Inmediatamente después de firmar el acuerdo que traerá de vuelta a 48 rehenes –vivos y muertos–, el momento más emotivo de los últimos dos años, Bibi no puede dar la impresión de preocuparse primero de sí mismo. Es la reiterada critica que recibe de sus opositores.

El presidente de Estados Unidos le comentó: «Lo más importante es que ahora amarán a Israel. No pueden luchar solos en el mundo». En otras palabras Trump, precisamente un hombre egocéntrico, le señaló lo que es realmente importante: la diferencia entre amarse a sí mismo y amar a su pueblo.

El Estado hebreo está a punto de ver el regreso a casa de sus secuestrados, un momento de gran felicidad popular. Era una expectativa que cruzaba bandos, posturas e ideologías. Traerlos a casa, ahora, es lo que los ciudadanos querían. Y poner fin a la guerra.

Si Trump no hubiera puesto todo su peso y autoridad en el acuerdo, la situación se hubiera prolongado meses. El terrible precio fueron 1200 asesinados, 251 secuestrados y 900 combatientes del ejercito y la policía caídos.

Hamás ha perdido 58.000 combatientes, la organización reconoce 67.000

En total 1.950 terroristas y asesinos serán liberados. Trump declaró a los periodistas en el Despacho Oval que Hamás ha perdido 58.000 combatientes, la organización reconoce 67.000 muertos, sin distinguir entre civiles y terroristas. Una tragedia? Sin duda. ¿Un genocidio? Para nada.

Actividades de Trump en Israel

Los rehenes deben ser liberados el lunes. Ahora se encuentran aún en túneles bajo tierra. Muy pocas personas saben dónde están. También se recuperarán 28 cuerpos. Netanyahu mantuvo una cálida conversación telefónica con Trump después de que Hamás aceptó la liberación y poner fin a la guerra en Gaza, según la oficina del primer ministro, que indicó que Netanyahu invitó al líder estadounidense a dirigirse a la Knesset.

En una carta dirigida a Donald Trump, el Foro de Secuestrados también invitó al presidente estadounidense a hablar en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, diciendo: «Nos sentiríamos profundamente honrados si se reuniera con nosotros durante su próxima visita a Israel. Simplemente necesitamos la oportunidad de mirarlo a los ojos y expresar lo que las palabras por sí solas no pueden expresar plenamente: que nos devolvió a nuestras familias y, con ellas, nuestra esperanza», continuaba la carta.

Trump aún no ha respondido a la solicitud. El líder de la oposición, Yair Lapid, respaldó la invitación, escribiendo en X: «No hay nada más apropiado, más simbólico, más conmovedor que un discurso del presidente con el regreso a casa de nuestros rehenes. Sería un momento histórico. Felicito a las familias por la iniciativa.»

Iré a Israel y hablaré ante la Knesset (Parlamento) y luego también llegaré a EgiptoDonald TrumpPresidente de Estados Unidos

La Plaza de los Rehenes se llenó de israelíes que vitoreaban al líder estadounidense el jueves. «Iré a Israel y hablaré ante la Knesset (Parlamento) y luego también llegaré a Egipto», afirmó el mandatario en la Casa Blanca.

Se espera que el presidente estadounidense y su equipo se alojen en el lujoso Hotel King David de Jerusalén, que recibe jefes de Estado y delegaciones oficiales. Según los informes, la delegación ocupara dos plantas del hotel. La Casa Blanca no proporcionó mas datos de la histórica visita.