Un puesto de guardia de Corea del Norte, en el lado norte de la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide las dos Coreas
Un militar norcoreano deserta cruzando la zona desmilitarizada hasta el Sur
Este tipo de deserciones a pie a través de la DMZ, una franja de 248 kilómetros de longitud fuertemente vigilada, son poco comunes
En una hazaña casi imposible de completar, un soldado norcoreano desertó a Corea del Sur tras cruzar a pie la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide a las dos Coreas, en la primera fuga en más de un año por la franja que se encuentra fuertemente fortificada con minas, alambradas y tropas.
«Nuestro Ejército aseguró (el domingo) la custodia de un soldado norcoreano que cruzó la Línea de Demarcación Militar (LDM) en el frente central», señaló el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano en un comunicado publicado en la noche de este domingo.
Así, en la nota las autoridades surcoreanas han explicado que están investigando los detalles de su cruce, mientras confirmaron que el soldado expresó su deseo de desertar.
Decenas de miles de norcoreanos han huido del régimen de los Jong-un. Aunque la ruta más habitual es cruzar hasta China , para luego entrar en un tercer país como Tailandia, antes de llegar finalmente al Sur.
La última deserción militar registrada fue la de un sargento segundo en agosto del pasado año. Asimismo, se trata de la tercera deserción desde que el presidente surcoreano, Lee Jae-myung, asumió el cargo en junio; las dos anteriores, ocurridas en julio, fueron protagonizadas por civiles.
Este tipo de deserciones a pie a través de la DMZ, una franja de 248 kilómetros de longitud fuertemente vigilada, son poco comunes. De las 236 personas que desertaron de Corea del Norte el año pasado, solo tres cruzaron directamente la frontera intercoreana, según datos del Gobierno surcoreano.
En 2017, un soldado norcoreano protagonizó una temeraria fuga al correr bajo fuego del Ejército del Norte hasta territorio surcoreano, donde fue rescatado con vida.
Ambas Coreas siguen técnicamente en guerra, ya que el conflicto concluyó con la firma de un armisticio y no de un tratado de paz. Los canales de comunicación intercoreana permanecen cortados desde 2022, mientras Pionyang ha rechazado reiteradamente los recientes llamamientos de Seúl para reabrir el diálogo.