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Un miembro de un destructor estadounidense en la base española de Rota

Un miembro de un destructor estadounidense en la base española de RotaEFE

Cómo el cierre de Gobierno en Estados Unidos también afecta a más de 1.000 empleados españoles

El shutdown es ya el segundo más largo en los últimos 50 años y se acerca al primero

Estados Unidos se sumergió en el primer día de este mes de octubre en un abismo político. Concretamente, el cierre parcial del Gobierno como resultado de la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para aprobar un presupuesto temporal. Pese a que desde entonces se han realizado hasta una docena de votaciones para evitar esta situación, ninguna de ellas ha logrado los 60 votos necesarios para superarla. Acercándose a su cuarta semana, este cierre de Gobierno es ya el segundo más largo en los últimos 50 años y se aproxima peligrosamente al primero, el de 2019, durante la primera Administración Trump, que se prolongó durante 35 días.

El desacuerdo que ha sumido al país en el bloqueo gira en torno a que los demócratas exigen renovar los subsidios del programa sanitario Obamacare y revertir los recortes en Medicaid incluidos en la gran reforma fiscal impulsada por Donald Trump, mientras los republicanos insisten en condicionar cualquier financiación a la reducción del gasto social. Por ahora, sigue sin haber consenso.

Mientras tanto, más de un millón de empleados públicos estadounidenses se han visto afectados. De ellos, unos 730.000 continúan trabajando sin cobrar al considerarse «esenciales», mientras que cerca de 640.000 permanecen suspendidos de empleo y sueldo. Este viernes, la mayoría dejó de percibir su nómina quincenal por primera vez desde que comenzó el cierre. El bloqueo también ha provocado retrasos en aeropuertos, la suspensión de programas sociales y la paralización de proyectos de investigación. El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió en rueda de prensa de que «ya se registran demoras en algunas regiones» debido a la falta de controladores aéreos.

Aunque la crisis tiene su epicentro en Washington, sus efectos se han dejado sentir también fuera de las fronteras estadounidenses y, concretamente, en España. Los más de mil empleados civiles españoles de las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) sufrieron este mes un retraso en el cobro de sus nóminas, una consecuencia indirecta del bloqueo presupuestario al otro lado del Atlántico.

Impacto en las bases españolas

Concretamente, los trabajadores civiles locales de las bases militares de Rota y Morón no recibieron el anticipo de su salario previsto para el 15 de octubre, aunque el problema se resolvió al día siguiente. «Fue un golpe inesperado», explicó Diego Lucero, presidente del comité de empresa de la base de Rota y representante del sindicato CSIF, citado por Europa Press. «No podemos ser los perjudicados por un bloqueo presupuestario ajeno», añadió.

El comité de empresa había enviado una carta al almirante jefe del Arsenal de Cádiz, responsable de estos trabajadores, en la que exigía el pago inmediato de las nóminas y la creación de un plan de contingencia bilateral para evitar retrasos en el futuro.

El Capitolio de Estados Unidos

El Capitolio de Estados UnidosAFP

Un día después, la Base Naval de Rota confirmó que las transferencias bancarias habían sido emitidas y que los empleados recibirían sus salarios «en los próximos días». Según fuentes sindicales, el problema se resolvió «gracias a la presión ejercida», aunque sin garantías de que no vuelva a repetirse.

En total, el personal laboral local asciende a unos 1.000 empleados en Rota, una treintena en Morón y alrededor de una decena en oficinas en Madrid y Valencia. Todos ellos trabajan bajo legislación laboral española, pero sus salarios proceden de fondos estadounidenses, conforme al convenio bilateral de defensa entre ambos países. El presidente del comité de empresa advirtió que la plantilla «no puede quedar desprotegida ante decisiones políticas que se toman a miles de kilómetros». Los sindicatos insisten en la necesidad de un «colchón nacional» que garantice la puntualidad en los pagos cuando el Gobierno estadounidense entra en cierre administrativo.

Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, el Senado estadounidense sigue sin éxito en su intento de aprobar un presupuesto. El último proyecto de ley republicano obtuvo 54 votos a favor y 46 en contra, sin alcanzar los 60 necesarios para salir adelante. El líder republicano, John Thune, modificó su voto a «no» al final de la sesión, una maniobra que le permite volver a plantear la medida más adelante. Por su parte, el senador demócrata Jeff Merkley, de Oregón, protagonizó esta semana un discurso de 22 horas en la Cámara Alta, criticando lo que calificó de «estrategia para utilizar a los trabajadores como rehenes políticos». Mientras tanto, el Pentágono confirmó haber recibido una donación privada y anónima de 130 millones de dólares destinada a pagar a las tropas durante el cierre.

Sea como fuere, los trabajadores civiles de las bases españolas son conscientes de que el retraso en sus nóminas es una situación que, mientras el cierre se prolonga, podría volver a pasar. Hasta que en Washington se resuelva el bloqueo, se miraran las votaciones con igual interés desde Seattle o desde Cádiz.

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