Fundado en 1910
Donald Trump junto al presidente surcoreano, Lee Jae-myung

Donald Trump junto al presidente surcoreano, Lee Jae-myungAFP

Trump logra un pacto comercial con Corea del Sur tras desbloquear una inversión de 350.000 millones en EE.UU.

A pesar del clima de celebración, el acuerdo aún deberá ser ratificado por la Asamblea Nacional en Seúl

Los mandatarios de Estados Unidos y Corea del Sur, Donald Trump y Lee Jae-myung respectivamente, han confirmado que el país norteamericano y el asiático han cerrado los detalles del nuevo acuerdo comercial que llevaban meses negociando y que hasta ahora parecía encallado. «Hemos llegado a un acuerdo», proclamó Trump durante el encuentro, aunque después matizó que el pacto estaba «prácticamente finalizado». El anuncio es un golpe de efecto más del republicano en su gira asiática, tras pasar por Japón y Malasia. Mañana le espera el reto más grande de todos, con una reunión con el presidente chino, Xi Jinping.

El núcleo del pacto firmado este miércoles gira en torno a los 350.000 millones de dólares que Corea del Sur prometió invertir en Estados Unidos. A cambio, Pretoria –uno de los principales exportadores de automóviles, acero y tecnología– esquivará los aranceles más duros de Washington, que amenazaban con dispararse hasta el 25 % si no había acuerdo. Con el pacto, los gravámenes quedarán fijados en el 15 %.

La negociación se encontraba en un punto muerto, puesto que Trump exigía que toda la inversión surcoreana se realizara en efectivo, algo que Seúl consideraba inviable. En una entrevista concedida a Reuters en septiembre, Lee fue claro: «Si retiramos 350.000 millones como pide Estados Unidos, Corea del Sur se encontraría en una situación similar a la crisis financiera de 1997».

Finalmente, ambos gobiernos han pactado dividir el paquete: 200.000 millones irán en efectivo, pero en cuotas anuales de un máximo de 20.000 millones para no desestabilizar el mercado cambiario del won frente al dólar. Los 150.000 millones restantes se destinarán a inversiones industriales, especialmente en el sector naval y de semiconductores, dos áreas en las que Washington quiere recuperar competitividad ante China.

El acuerdo incluye la creación de una sociedad especial conjunta que fiscalizará la ejecución del plan y que estará presidida por el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick. Los desembolsos se realizarán por hitos, y no de golpe, una fórmula que permite a Corea del Sur respirar financieramente y a Estados Unidos exhibir la llegada gradual de capital y empleo.

El presidente de Corea del Sur Lee Jae Myung y el presidente de EE.UU. Donald Trump en la Casa Blanca

El presidente de Corea del Sur Lee Jae Myung y el presidente de EE.UU. Donald Trump en la Casa BlancaMandel Ngan / AFP

Sobre la mesa también estuvieron la cooperación en defensa y el papel de Seúl en el dispositivo de seguridad del Indo-Pacífico. Lee aceptó aumentar el gasto militar –como reclama Washington desde hace años– y Trump reiteró la importancia de reforzar la industria de defensa conjunta. Según la oficina presidencial surcoreana, el mandatario estadounidense mostró «comprensión» hacia el interés de Corea del Sur en desarrollar submarinos de propulsión nuclear, un asunto que inquieta a Pekín.

La reunión sirvió además para enviar un mensaje a Pyongyang. Trump expresó su «preocupación» por la aceleración del programa nuclear norcoreano, mientras que Lee insistió en que se tendrá en cuenta la estabilidad estratégica en la península.

El presidente surcoreano, en un gesto simbólico hacia su invitado, impuso a Trump la Gran Orden de Mugunghwa, la máxima distinción del país, y le obsequió con una réplica de una antigua corona real coreana. El estadounidense respondió invitándole a la Casa Blanca en los próximos meses.

A pesar del clima de celebración, el acuerdo aún deberá ser ratificado por la Asamblea Nacional en Seúl, donde la oposición ya acusa al Gobierno de dar un «cheque en blanco» a la economía de Estados Unidos y de ceder ante las presiones de Trump.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas