El primer ministro francés, Sébastien Lecornu
El primer ministro francés salva su puesto al conseguir sacar adelante el presupuesto de la Seguridad Social
Sébastian Lecornu logró una importante victoria parlamentaria, aunque tendrá que seguir batallando para conseguir que se aprueben los presupuestos generales antes de Nochevieja
El primer ministro francés, Sébastian Lecornu, tomó este martes oxígeno al conseguir sacar adelante el presupuesto de la Seguridad social, aunque tan solo por trece votos, lo que en cualquier caso allana el camino para que se adopten las cuentas de 2026.
El texto, que todavía tendrá que pasar el trámite en el Senado, fue apoyado por 247 diputados, la mayoría de los 'macronistas', socialistas y algunos miembros de la derecha moderada, frente a 234 en contra, esencialmente de la extrema derecha de Marine Le Pen y de la izquierdista La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon.
Tras semanas de negociaciones, Lecornu logró una importante victoria parlamentaria, aunque tendrá que seguir batallando para conseguir que se aprueben los presupuestos generales del año próximo antes de Nochevieja.
«El combate será más duro, pero no vamos a ceder al nerviosismo ni a las agendas electorales», reaccionó en la red social X el primer ministro tras la adopción del texto.
Hasta el último momento, Lecornu reconocía que el resultado estaría ajustado, lo que mantenía a su Ejecutivo en vilo, porque en caso de derrota habría sido difícil seguir adelante, lo que hubiera puesto a su vez en posición delicada al presidente, Emmanuel Macron, valedor del jefe del Gobierno.
Durante semanas, el primer ministro, que con el fin de esquivar una moción de censura renunció al mecanismo parlamentario que le permitía adoptar el presupuesto sin voto, ha ido haciendo concesiones, sobre todo a los socialistas, que arrancaron la suspensión de la reforma de las pensiones adoptada en 2023.
Los últimos compromisos los concedió esta misma mañana a los ecologistas, cuyos 38 diputados aparecían como claves y que de forma mayoritaria finalmente se abstuvieron.
El resultado provocó duras críticas al Partido Socialista de parte de sus antiguos socios de izquierdas.
«Han salvado a Macron», denunció la presidenta del grupo parlamentario de LFI, Mathilde Panot, mientras que la derecha acusó al Gobierno de echarse en brazos de los socialistas y de multiplicar el gasto, lo que ahondará en la deuda del país.
Si la coalición de izquierdas que ganó las legislativas de 2024 sale tocada de muerte, la "macronista' que quedó en segundo lugar también ha sufrido tensiones internas.
El ex primer ministro de Macron Édouard Philippe, al frente de un grupo de 34 diputados, criticó las cuentas y la abstención de sus parlamentarios.