Las pantallas multimedia han aumentado su tamaño hasta límites exagerados.

Las pantallas multimedia han aumentado su tamaño hasta límites exageradosmetamorworks - stock.adobe.com

Seguridad vial

La absurda y peligrosa competición por llevar un televisor como el de casa en el salpicadero

No es extraño encontrar más de 20 pulgadas de pantallas táctiles sobre el salpicadero de algunos coches

Iniciada por Tesla y Volvo hace ya años, la batalla por el tamaño de las pantallas multimedia de los coches llega hasta límites insospechados.
A día de hoy encontramos coches como los Mercedes que unen dos y tres pantallas en el salpicadero. Con una superficie por encima de las ¡55 pulgadas! en el caso de la marca de la estrella, nada que envidiar a un televisor doméstico en condiciones. Otras como Audi han llegado a instalar hasta tres pantallas en el salpicadero pero no unidas, con un efecto de dudosa funcionalidad.
Más de 50 pulgadas de pantalla táctil.

Más de 50 pulgadas de pantalla táctil en este Mercedes

Parece que la carrera por la potencia y la velocidad en el automóvil de los años 80 y los 90 ha sido sustituida por la carrera de las pulgadas.
Pero, ¿y si el manejo de este tipo de pantallas y sistemas multimedia por el conductor supusiera un peligro para la seguridad vial?

Peligro inminente

Pues de acuerdo con VCN Automotive, una empresa especializada en software de automóvil que ha instalado ya sus soluciones de funcionamiento en más de 35 millones de coches en el mundo, el riesgo del manejo de este tipo de superficies táctiles es muy real.
De hecho, los primeros navegadores se manejaban desde los asientos traseros con un mando a distancia, todo para no distraer al conductor. De aquello hemos pasado a un punto en el que el conductor debe controlar tres entornos digitales; el head up display con realidad aumentada que proyecta información de viaje y navegación en la luna delantera justo frente a sus ojos. El cuadro de instrumentos, por su puesto mediante una pantalla TFT en torno a las 10 pulgadas, a lo que se suma la gran pantalla central táctil. De hecho no es extraño encontrarnos con pantallas centrales de 12 pulgadas. Una verdadera barbaridad.
Por el camino para llegar hasta aquí las soluciones han sido muchas y variadas. BMW ha sido una de las firmas más activas en este sentido. Aunque ninguna de sus propuestas ha terminado de cuajar.
Por un lado recurrió a un mando circular denominado i Drive que era de naturaleza incomprensible. Aglutinaba más de 30 funciones y se podía mover en todas las dimensiones existentes. Si tu coche lo tenía, el mero hecho de tener que manipularlo para cambiar de emisora te podía mantener durante días escuchando Radio Olé.
Mando iDrive de BMW, complicado y poco funcional.

Mando iDrive de BMW, complicado y poco funcional

Después optó por el control gestual. Algo tan ocurrente como poco eficiente. Y no era extraño que acabaras sintiéndote como el mago Harry Potter lanzando conjuros con la mano mientras el coche no obedecía ni diciendo «Abracadabra».
El control gestual no ha acabado de funcionar.

El control gestual no ha acabado de funcionar

Llegados a esta carrera de las pantallas de gran tamaño Tesla tomó la iniciativa. Seguida a distancia por Volvo, que fue el primer fabricante de volumen que optó por instalar una gran pantalla central táctil, en este caso de 9 pulgadas.
Este derroche de pantallas estaba muy bien, si no fuera por que Tesla optó por eliminar el resto de controles físicos del coche; todos debía realizarse desde la pantalla, apertura de guantera, maletero, ventanillas… de hecho sólo contábamos con dos botones físicos en el interior. Algunos fabricantes le siguieron en esta carrera por la eliminación del hardware, cargarse los botones y los interruptores, excusados en el diseño, cuando realmente lo que estaban haciendo era ahorrar costes.
Con el paso del tiempo parece que regresa la cordura y los botones físicos vuelven a poblar los salpicaderos, incluso para funciones que se pueden hacer también desde la pantalla.
La pantalla de Tesla mostró un camino peligroso, resultan tan interesantes y completas que te permiten realizar actividades tan importantes para la conducción como simular pedos bajo el asiento de cada uno de los ocupantes, o echar una partida al último videojuego, sin olvidarnos de simular el hogar de una chimenea.
Funciones inesperadas de la pantalla del Tesla, como ésta que favorece el meteorismo.

Funciones inesperadas de la pantalla del Tesla, como esta que favorece el meteorismo

Tremendo, sobre todo tras leer el estudio realizado por VCN, que establece conclusiones como que hacer que suene una canción en el Spotify mientras conducimos nos hace retirar la atención de la carretera 20 segundos.

Pérdida de atención constante

20 segundos durante los que hemos recorrido 630 metros a unos 120 kilómetros/hora. De este estudio se sacan también conclusiones como que al manejar la pantalla táctil nuestra velocidad de reacción baja un 57 %. Un borracho al volante solo la reduce en un 12 %.
Datos muy delicados si tenemos en cuenta que el 30 % de los accidentes en Europa se producen por despistes.
Actualmente la interacción por voz parece una de las alternativas más realistas y seguras, aunque aún deben mejorar el reconocimiento de órdenes vocales. Algo que evoluciona a toda velocidad con la integración de los asistentes Siri, de Apple, y Alexa, de Google, en los coches.
Lo que no quita que un regreso a la botonería física sea una de las opciones mas razonables a corto plazo, combinado con pantallas táctiles mucho más sencillas y que no permitan ser manipuladas en movimiento.
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