Nueva señalización de velocidad

Nueva señalización de velocidad

Motor y combustibles

Esto es lo que ahorró Zapatero en 2011 al reducir el límite de velocidad en autopista a 110 km/h

Más allá del aspecto económico, la reducción del límite de velocidad afectó en distinta medida a las multas y a los accidentes

El Gobierno ha vuelto a agitar la bandera de la velocidad como medida para paliar la actual crisis de precios energéticos en la que está sumida Europa.
Fue la Vicepresidenta tercera del Gobierno y Ministra de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico, Teresa Ribera, la que confirmó que se encuentra sobre la mesa del Gobierno un plan de ahorro y eficiencia energética de inmediata aprobación.

Recomendaciones

En todo momento, la Vicepresidenta tercera habló más de una serie de «recomendaciones» que de normas de obligado cumplimiento. Pero entre sus medidas estrellas está, junto al fomento del teletrabajo, reducir los límites de velocidad.
Una solución que, como ella mismo afirmó, ya se «ha empleado en el pasado, en concreto en Europa durante la crisis energética de los años 70».
Sustitución de señalización de velocidad en 2011

Sustitución de señalización de velocidad en 2011

Las medidas forman parte de las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía.

Precedente Zapatero

Lo cierto es que la historia reciente nos conduce directamente al año 2011, cuando el ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero llevó a cabo una reducción sobre los límites de velocidad. Siempre de la mano de Pere Navarro, el mismo responsable de la Dirección General de Tráfico que tenemos en la actualidad.
En aquel momento no fue una recomendación, sino una obligación que estuvo en vigor durante cuatro meses, y sobre la que Pere Navarro llegó a declarar que «se había perdido una oportunidad al no mantenerla en el tiempo para valorar los efectos sobre la seguridad vial».
En aquel momento estuvo en vigor desde el 7 de marzo y hasta el 1 de julio. Meses donde los resultados no fueron demasiado satisfactorios desde ningún punto de vista.
En materia de ahorro energético, la administración estimó un ahorro de 450 millones de euros, con un 5,7 % de reducción en el consumo de combustible. Sin tener en cuenta los 230.000 euros que se invirtieron en actualizar todas las señales en carretera.
La actualización de señales supuso una inversión de 230.000 euros

La actualización de señales supuso una inversión de 230.000 euros

Obviamente, a menor velocidad menor consumo. Pero es una simplificación demasiado básica de una realidad sobre la que intervienen muchos otros factores. Un coche a 100 kilómetros/hora genéricamente puede consumir hasta un 15 % menos que a 120, pero en función del tipo de conducción esta ecuación puede invertirse.

Cuánto se ahorra a 100 km/h

Si circulamos a 100 en tercera gastaremos mucho más combustible que a 120 en sexta. Luego podemos hablar de un ahorro en principio y cuanto menos muy difícil de cuantificar.
En materia de siniestralidad, la reducción sobre los accidentes apenas tuvo influencia sobre los datos recogidos aquel año, es cierto que cuatro meses no constituyen un período suficiente para sacar conclusiones.

Más multas

Mientras que el afán recaudatorio de la administración tampoco se vio satisfecho. Pues pese a que la reducción de los límites de velocidad incluía que se multaba a velocidades inferiores a las genéricas, lo cierto es que los tres primeros meses disminuyeron las multas por velocidad. Aumentando eso sí al cuarto mes. Se habló de pérdida de respeto a los nuevos límites.
Para un bolsillo particular y haciendo una estimación genérica, pues habría que valorar el coche y el tipo de conducción, esta reducción en el límite de velocidad puede suponer un ahorro de unos 10 euros por cada 75 euros que consuma en combustible. Entre un 15 % y un 20 %. Siempre que se cumplan las recomendaciones de conducción para reducir el consumo.
Se trata de una medida tan razonable o poco razonable, como la que podría ser multar a los coches que lleven el maletero lleno. Pues el peso de los vehículos es otro de los factores que influye de manera más importante sobre el consumo.
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