La piscina está fabricada a partir de un contenedor metálico

La piscina está fabricada a partir de un contenedor metálico

Tesla instala una piscina junto a sus cargadores… y no es para bañarse

La marca afirma que se trata de un entretenimiento para que se refresquen los propietarios mientras recargan los coches eléctricos

No podemos calificarlos de habituales, pero sí es cierto que los incendios de coches eléctricos se producen con mayor frecuencia de lo deseable. Se trata de fuegos un tanto peculiares, pues se producen de forma absolutamente espontánea y normalmente como resultado a una reacción química en la batería de los coches.
Decimos que afortunadamente no son habituales con motivo, pues de hecho la posibilidad de que arda un coche eléctrico es de sólo el 0,03 %, mientras que en el caso de los coches de combustible esta cifra sube hasta un 1,3 %. Lo que sí es distinto es la naturaleza del incendio y con ello el procedimiento de extinción.

Experiencia de bomberos

Tal y como cuentan los bomberos que han intervenidos en ellos, se trata un tipo de fuegos muy especiales, realmente difíciles de apagar y con el riesgo añadido que supone la utilización del agua enriquecida con productos especiales (espumógeno) en combinación con sistemas eléctricos de alta tensión. Sin duda un cóctel perfecto para que el asunto vaya a mayores.
Las cremaciones de coches eléctricos pueden durar horas, además una vez apagados vuelven a arder de forma espontánea como si fueran las velas mágicas de los cumpleaños. De hecho recomiendan que los coches eléctricos incendiados permanezcan bajo vigilancia durante 24 horas por si vuelven a entrar en combustión.
Los imágenes de incendios de coches de la marca Tesla son habituales

Los imágenes de incendios de coches de la marca Tesla son habituales

En el caso reciente de un Tesla Model X que echó a arder tras un accidente, los bomberos tuvieron que intervenir durante más de seis horas, durante las que gastaron más de 11.000 litros de agua. Una barbaridad en comparación con un incendio de un coche normal que se apaga en minutos con unos 500 litros de agua.
De hecho los propios bomberos hablan de verdaderas piscinas de agua en las que el coche queda sumergido para asegurarse de que queda apagado.
De hecho, agrupaciones de bomberos piden a los fabricantes procedimientos muy concretos en cada coche para poder bloquear el flujo eléctrico de la batería y apagarla a continuación. A las propias llamas hay que sumar los gases que emiten los numerosos químicos que contienen las baterías.

¿Una piscina...?

En este contexto, Tesla ha tenido la feliz idea de instalar una piscina en uno de sus magníficos supercargadores de Hilden, en Alemania. La firma anuncia que es para que sus clientes se peguen un refrescante baño mientras esperan que sus coches se carguen. Pero los comentarios que ven en las mismas un recurso de emergencia por si un coche echa arder no han tardado en aparecer.
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