La acción del sistema ABS disminuye la distancia de frenado hasta un 20 %
Motor y seguridad
Ayuda al ABS de tu coche: ¿cómo hace una frenada de emergencia?
El ABS forma parte del equipamiento de los coches desde 2003 y se calcula que reduce la accidentalidad en frenadas hasta en un 85 %
Las frenadas de emergencia son una de las situaciones más críticas con las que nos encontramos a diario al conducir un coche. En paralelo a la evolución técnica de los automóviles, las técnicas de frenada han evolucionado también.
Hay un punto de inflexión en la evolución de las frenadas, que viene determinado por la generalización de los sistemas antibloqueo de frenos ABS.
Obligatorio desde 2003
En concreto se trata de un sistema que lleva en uso desde 1978. Mercedes fue la primera marca en implantarlo en su modelo, el Clase S. A partir de 2003 pasó a formar parte del equipamiento obligatorio de los automóviles, de tal forma que hoy la gran mayoría de los coches en circulación cuentan con ABS.
Su funcionamiento es relativamente sencillo. Se basa en evitar que las ruedas se bloqueen y el coche derrape sin control con las ruedas completamente paradas deslizando sobre el asfalto.
Para ello cuenta con sensores que si detectan que las ruedas están derrapando hacen que las pinzas de freno suelten presión sobre los discos de freno, permitiendo que la rueda gire ligeramente y vuelven a 'morder' el disco instantes después, de esta manera evitan el bloqueo. Esta acción la repiten entre 50 y 100 veces por segundo, de tal forma que el coche no bloquea nunca la frenada.
Con esta maniobra se consiguen dos cosas; por un lado, se reduce la distancia de frenado, en torno a un 20 %, y por otro se mantiene capacidad de dirección con el volante. Pues cuando el coche bloquea frenos se desliza longitudinalmente sin la menor capacidad de giro o similar.
En los coches sin ABS las frenadas son siempre críticas
Precisamente la introducción de este sistema ha marcado una evolución en la forma de llevar a cabo las frenadas de emergencia.
Cómo hay que frenar
En los coches sin ABS se exige mucho tacto sobre el pedal de freno. De esta forma se trata de evitar con suavidad que los neumáticos lleguen a bloquear, algo realmente difícil de conseguir y que solo queda al alcance de conductores realmente expertos.
Con la introducción del ABS la maniobra cambia por completo. Para realizar una frenada de emergencia debemos pisar el pedal de freno 'a muerte', sin más. Con todas nuestras fuerzas, en paralelo la bomba de freno identifica que estamos ante una frenada de emergencia y lleva a cabo una frenada máxima, con la intervención del ABS que evita que los neumáticos se bloqueen y derrapen sobre el asfalto.
De esta forma podemos, además, cambiar la trayectoria del coche con el volante, una de las mayores ventajas del ABS, pues no nos quedamos sin dirección.
El pedal vibra
Al realizar una frenada de emergencia con ABS es normal sentir como si el pedal de freno vibra o te golpea el pie, precisamente es la acción del sistema antibloqueo ABS. En paralelo lo ideal es que pises también el embrague, para desconectar la transmisión del motor.
Actualmente, los sistemas de seguridad introducen automatismos como que se enciendan las luces de emergencia, los cuatro intermitentes, de manera automática para avisar al coche de atrás que está ante una frenada de emergencia.
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