Imagen de un Tesla Model Y siniestrado

Imagen de un vehículo Tesla siniestrado

Electrificación

Los coches eléctricos provocan un 20 % más de accidentes y los seguros empiezan a ponerles pegas

El propio Elon Musk se plantea rediseñar sus modelos para reducir el coste de las reparaciones

Conforme asistimos a un aumento del parque móvil de coches eléctricos en nuestro entorno, comprobamos también los nuevos retos a los que nos enfrentamos.
En este caso retos que no afectan sólo a los conductores, sino que aparecen otros actores como son las compañías de seguros, los talleres e incluso los peatones.

Excelentes 'crash test'

Nadie pone en duda la seguridad de los coches eléctricos, pues en las últimas pruebas EuroNCAP han barrido a los coches de combustión, especialmente Tesla.
Pero hace ya meses que las compañías aseguradores, en este caso AXA, afirma que se registran un mayor número de accidentes entre los coches eléctricos. En este caso AXA habla de unas estadísticas en las que los coches eléctricos sufren un 50 % más de daños propios que los coches convencionales.
Su elevado peso hace que los accidentes con ellos sean más graves

Su elevado peso hace que los accidentes con ellos sean más graves

En Dinamarca tres compañías aseguradores (Topdanmark, Tryg y Codan) han cruzado sus datos y han llegado a la conclusión de que los coches eléctricos tienen un 20 % más de accidentes que los coches de combustible y en el caso de alguna marca como Tesla este porcentaje roza el 50 %.
Unas cifras que les han llevado a cuestionarse cuál es el problema real de los coches eléctricos, con unas conclusiones similares.

¿Demasiada potencia?

Las elevadas cifras de potencia y par junto a su elevado peso provoca que la conducción de un coche eléctrico no sea igual a la de un automóvil de motor convencional.
Por un lado las aceleraciones son instantáneas, casi de Fórmula Uno (un Tesla Model S Plaid acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en menos de 2,1 segundos) y por otro el resto de coches en la carretera no están acostumbrados a encontrarse con vehículos que realizan maniobras tan fulgurantes.
Batería de litio de un coche eléctrico

Sólo la batería de un coche eléctrico como esta puede costar 20.000 euros

No podemos olvidar además, que la ausencia de ruido supone un peligro muy real de atropello para los peatones.
El sistema de frenos y los neumáticos no dejan de ser semejantes a los coches convencionales, lo que unido a su elevado peso, por encima de los 2.000 kilos en la mayor parte de los casos, obliga a ‘reaprender’ a conducirlos.

Reaprende a conducir

De hecho no son pocas las asociaciones de conductores e incluso aseguradoras que llevan a cabo cursos de conducción con coches eléctricos. Hay que aprender a frenar de nuevo, pues el tacto del pedal de freno no es igual, y hay que entrar más despacio en las curvas a causa de su elevado peso.
Entrando en el terreno de los seguros, en Estados Unidos ya están subiendo las pólizas a algunas marcas como Tesla por el elevado coste de las reparaciones. De hecho es muy habitual que coches casi nuevos sean declarados siniestro por las aseguradores al descubrir que les sale más caro repararlos que pagar el precio de la factura.
De hecho, en este país un estudio encontró más de 120 modelos Tesla Model Y camino del desguace declarados siniestro con menos de 16.000 kilómetros.
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