Ya es posible que tu coche diésel tenga etiqueta ECO

Ya es posible que tu coche diésel tenga etiqueta ECO

Cero emisiones

La solución definitiva para que tu coche diésel tenga etiqueta ECO

Esta sencilla modificación de motor alarga su duración y reduce de forma considerable el coste por kilómetro

La puesta en funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones trae de cabeza a casi todos los conductores, que ven cómo sus coches ya no les permiten entrar y circular por la mayor parte de las ciudades y núcleos urbanos de más de 50.000 habitantes.
Se trata sin duda de una medida que está teniendo consecuencias muy graves en un país que tiene uno de los parques móviles más envejecidos de Europa, con una edad media de más de 14 años.

Muchos coches viejos

En estas circunstancias no es de extrañar que los conductores se busquen sus mañas para seguir circulando por las ciudades. Entre las soluciones está convertir el coche en histórico, algo que no es tan complicado como parece, el retrofit o electrificación, que consiste en sustituir el motor de combustible por uno eléctrico o las transformaciones a GLP.
EL GLP es un combustible barato, limpio y funcional

EL GLP es un combustible barato, limpio y funcional

El GLP, gas licuado de petróleo, es un carburante perfecto por su bajo coste y por las cero emisiones contaminantes que produce. Hace ya años que casi todos los fabricantes del mercado ofrecen la posibilidad de comprar alguno de sus vehículos movidos por este gas.

Más barato y limpio

Este tipo de transformaciones son extremadamente sencillas, y no sólo no son perjudiciales para el motor sino que alargan su duración, pues la combustión del gas dentro del motor ayuda a mantenerlo limpio por más tiempo.
La transformación es relativamente sencilla, basta con poner un depósito auxiliar de gas, normalmente en el hueco de la rueda de repuesto, que nos da una autonomía entre 300 y 400 kilómetros, que se suman a la original del motor de gasolina, pues el coche pasa a convertirse en un híbrido capaz de funcionar con ambos carburantes.
Para cambiar de uno a otro basta con pulsar un botón ubicado en el salpicadero. La diferencia de rendimiento entre uno y otro es imperceptible, aunque los datos indican que hay una pequeña pérdida de potencia que no llega a los cinco caballos.
El depósito de gas sustituye a la rueda de repuesto

El depósito de gas sustituye a la rueda de repuesto

Este tipo de transformaciones estaba reservada a motores de gasolina, pero desde hace unos días ya hay kit de transformación destinados coches diésel.

GLP: barato y fiable

En este caso se trata de un cambio más beneficioso aún que en los gasolina, pues la brutal autonomía de los diésel multiplica el tiempo que podemos estar sin pisar una gasolinera, a lo que hay que sumar la limpieza extra del motor y los filtros que supone la utilización del GLP.
Estas transformaciones cuestan entre 1.500 y 3.000 euros en función del coche, pero se amortizan rápidamente si tenemos en cuenta que el precio del litro de GLP ronda los 0,70 céntimos.
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