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El número de cargadores en España aún es insuficiente para las necesidades reales

Electrificación

Más lento y más caro que uno de gasolina: la realidad de viajar en coche eléctrico

Los vehículos eléctricos o híbridos enchufables siguen sin superar la prueba de fuego y muestran más carencias que virtudes tan pronto como salen a carretera

No hay nada como las fechas estivales para poner a prueba lo que supone a día de hoy viajar con un coche electrificado, término que engloba tanto a los coches eléctricos como a los híbridos enchufables.
Se trata de una prueba que no tiene carácter ni metodología científica, pues no pretender ser un estudio comparativo y concienzudo de precios, sino que es un reflejo de la realidad que te puedes encontrar en carretera respecto a dos aspectos claves que más se valoran a la hora de llegar a nuestro destino vacacional: tiempo y dinero.

Más lento y más caro

Por un lado si nos ceñimos a la variable temporal, basta comprobar cualquier aplicación de programación de rutas tipo Google Maps o Waze para descubrir que un viaje en coche eléctrico es más lento que un viaje en coche diésel o gasolina si incluimos los tiempos de recarga.
De Madrid a Arriondas, Asturias, en un Volkswagen ID3 con batería de 58 kWh

De Madrid a Arriondas, Asturias, en un Volkswagen ID3 con batería de 58 kWhAbetterrouterplanner.com

Por otro si valoramos la actual red de recarga española, con pocos cargadores lentos y muy caros, es complicado no pagar el kilovatio a precio de hora, con lo cual a día de hoy viajar en un coche eléctrico o híbrido enchufable no deja de ser un verdadero capricho.

Sobresaliente por los eléctricos

Lo primero de todo es dejar claro que los coches eléctricos e híbridos enchufables cumplen con su cometido a la perfección, son verdaderos ejemplos de aprovechamiento energético, con un consumo que cada día va a la baja y unos tiempos de recarga que van reduciéndose del mismo modos.
Se trata de una excelente opción en ambos casos para un uso cotidiano siempre que carguemos en casa, con tarifas muy reducidas, o en la oficina, donde probablemente no paguemos ni la luz de la recarga.
Mismo viaje y misma ruta en un coche de combustible que consume 6 litros a los 100 km

Mismo viaje y misma ruta en un coche de combustible que consume 6 litros a los 100 kmGoogle Maps

El problema llega cuando nos enfrentamos a un viaje en carretera. En primer lugar conviene programar muy bien la carga, pues las aplicaciones de planificación de ruta son muy precisas, pero no está en su mano controlar cosas como que cuando lleguemos a un cargador funcione o no, o si está ocupado, lo que ocurre cada vez con más frecuencia.

¿Cuándo podré recargar?

Esto se traduce en retrasos, y estos retrasos perjudican mucho la primera de las variables a las que hacíamos referencia: el tiempo de viaje, especialmente en el caso de los eléctricos puros, pues en los híbridos enchufables nos podemos permitir el lujo de rodar con el motor de gasolina.
Conviene saber que en los híbridos enchufables las ventajas de la batería se vuelven inconvenientes tan pronto como se agota, por un lado nos obliga a tirar del lastre que supone, lo que penaliza el consumo de combustible, por otro su ubicación resta espacio al depósito convencional, lo que significa que la autonomía se reduce y tenemos que cargar a menudo a repostar.
Carga real de un híbrido enchufable, casi 10 euros por 50 kilómetro de autonomía

Carga real de un híbrido enchufable, casi 10 euros por 50 kilómetro de autonomía

Una sencilla simulación de un Madrid-Arriondas, en el Principado de Asturias, nos permite descubrir que en un coche eléctrico necesitamos 5 horas y 56 minutos, cargas incluidas, mientras que ese mismo recorrido en un coche de combustible con un consumo medio de 6 litros a los 100 kilómetros lo completamos en 5 horas y 6 minutos. En el eléctrico recorremos 529 kilómetros, por 525 en uno de gasolina, pues no tenemos que desviarnos a cargar.

Precio y tiempo: los datos abruman

Este dato supone que en un coche de combustible podemos tardar hasta un 20 % menos, eso teniendo en cuenta que no nos encontremos con algún problema a la hora de enchufar nuestro coche, como que el cargador esté roto o haya tres coches esperando.
Si pasamos a la variable precio la situación no mejora, con la escasez de red de carga actual en la carretera nos vemos obligados a repostar en cargadores muy rápidos y a menudo muy caros. En este caso pagaremos el kilovatio a 0,60 euros o 0,70 con mucha frecuencia.
Una verdadera ruina que provoca que el citado viaje nos cueste casi 70 euros en un coche eléctrico, frente a unos 55 en un coche de combustible que consuma seis litros a los 100 kilómetros, con el precio del combustible a 1,70 euros.
La guinda, a 0,10 euros el minuto a partir de que el coche esté cargado al 100 %: ¿y si acaba a las 3 de la mañana?

La guinda, a 0,10 euros el minuto a partir de que el coche esté cargado al 100 %: ¿y si acaba a las 3 de la mañana?

En el caso del híbrido enchufable la situación no mejora, pues en este caso la experiencia nos dice que cargando en la red EDP 1 hora y 47 minutos logramos repostar algo más de 17 kilovatios, unos 50 kilómetros de autonomía en el eléctrico, que se tradujeron en 10 euros de coste.
Por si esto fuera poco, las empresas de recarga empiezan a cobrar por cada minuto (0,10 céntimos, seis euros la hora) conectado sin recargar una vez que la batería está completa. Esto significa que por la noche debes madrugar para desconectar tu coche si no quieres tirar el dinero, literalmente.
Como conclusión, a día de hoy los eléctricos y los híbridos son más lentos y más caros que los coches de combustible, al menos en carretera y en viajes largos, si bien es cierto que el medio en el que brillan habitualmente es la ciudad por los detalles ya indicados.
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