Es innegable que desde hace ya años el automóvil está en el punto de mira de la Unión Europea, que sólo ve en ellos instrumentos generadores de contaminación, olvidando que llegó a ser un generador de riqueza, una de las industrias más florecientes del Viejo Continente y que más dinero aportaba a las arcas de los estados vía impuestos.
A día de hoy las limitaciones a la circulación rozan ya lo absurdo, sirva como ejemplo la futura puesta en funcionamiento de la Euro VII, una normativa que reduce aún más las emisiones de los coches de combustión a menos de una década del final de sus días en 2035, cuando se prohibirá su venta en los concesionarios.
Obsesión sin treguas
No bastante, la Unión Europea se ha planteado ahora poner coto a las ventas de modelos con carrocería tipo SUV, unos vehículos que tal y como dice el propio texto «no sólo ocupan más espacio y son menos eficientes energéticamente, sino que en términos de seguridad vial son más peligrosos».
El Nissan Qashqai fue uno de los precursores del concepto SUV
Toda una declaración de intenciones sobre lo que opina Bruselas sobre este tipo de vehículos y el automóvil en general. Alguien podría valorar que las carrocerías tipo SUV suelen ser bastante más caras, lo que repercute en beneficios económicos importantes tanto para los propios fabricantes como para los estados, que incrementan los ingresos por impuestos.
Según la UE los SUV no sólo ocupan más espacio y son menos eficientes energéticamente, sino que en términos de seguridad vial son más peligrosos...
En este caso la medida incluye la aprobación de un carnet especial para este tipo de vehículos que se denomina B+. Este carnet sería posterior al B y sólo pueden acceder a él tras otro examen los conductores mayores de 21 años y con dos años de experiencia con el carnet B.
El carnet B+ sería obligatorio para conducir todos los coches que pesen más de 1.800 kilos y hasta 3.500. Algunas versiones del Hyundai Tucson ya superan este peso. Un verdadero despropósito.
Carnet B+ y más
Pero no contentos con ello, la Unión Europea se plantea dos limitaciones más para los coches eléctricos: un límite de velocidad de 90 kilómetros a la hora para reducir sus emisiones y prohibir su circulación entre las 00:00 horas y las 06:00 horas.
Modelos como el Kia Sportage también quedarían limitados
Si esta directiva que parte del llamado grupo Verde de Bruselas llegara a aprobarse (de momento está en trámite), supondría el final tácito de este tipo de vehículos.