Ilustración Coche eléctrico contaminación

Lu Tolstova

La batalla polaca contra el coche eléctrico y la política climática de la UE

Bruselas pretende que se dejen de fabricar coches de combustión en 2035 cuando los eléctricos son inaccesibles para los ciudadanos

Cada vez son más los que se dan cuenta de la complejidad de la normativa europea en relación con el coche eléctrico y la prohibición de los coches de combustión. Ahora es Polonia la que define como una «completa locura» los planes de la UE relativos a la eliminación de los vehículos de gasolina y diésel.
El plan de Bruselas pretende reducir en un 55 % las emisiones contaminantes en Europa para 2030, pero no tiene en cuenta la poca adaptabilidad de las carreteras al coche eléctrico ni los bajos salarios que impiden la compra de este tipo de vehículos.
El ministro polaco de Justicia, Zbigniew Ziobro, llamó a «no sucumbir a la locura climática» que impulsa la UE a través de su programa Fit for 55, así como a no aceptar el «lobby alemán» que lleva a eliminar los coches de combustión. Se trata, según sus palabras, de «una decisión escandalosa que no permitirá a los individuos tomar sus propias decisiones». Los ciudadanos no elegirán un coche eléctrico, sino que se lo impondrán desde Bruselas.
No es la primera vez que desde Polonia llaman la atención sobre el peligro del coche eléctrico. Ya avisaron en alguna ocasión de la dificultad que tendrían los ciudadanos para comprar uno y que tendrían que pedir préstamos para cumplir las normativas europeas. Son caros y mucho menos accesibles que los vehículos de combustión.
«La mayoría de la gente no puede pagar lo que cuesta un choche eléctrico y debido a la locura ecológica que invade a la UE, si los polacos se ven obligados a ello, dejarán de tener su propio vehículo y perderán parte de su libertad», avisó el ministro polaco.
Con la normativa actual, la UE prevé que se dejen de fabricar coches de combustión a partir de 2035 y que dejen de circular en 2050, por lo que Europa tendría 12 años por delante para acondicionar ciudades y carreteras para el coche eléctrico.
Algunos Estados, como Italia, Francia, Polonia o Portugal, se oponen abiertamente a las intenciones de Bruselas con el coche eléctrico, así como a la normativa Euro 7 que tenía previsto implantar. Finalmente el Consejo Europeo rebajó las aspiraciones y el nivel de emisiones para turismos y furgonetas no variará, pero habría sido otro duro golpe para el ciudadano que no consigue ahorrar para cambiar de coche.
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