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Nada ni nadie está libre de las modas en redes sociales, en este caso el sector del automóvil es muy proclive a este tipo de grabaciones, pues los protagonistas quieren enseñar las máquinas que guardan en el garaje mientras que los consumidores están ávidos de información y diversión.
En este caso una de las últimas tendencias, aunque hace años que se llevan haciendo, son los cold starts. Se trata de una maniobra bastante sencilla pero espectacular de ver cuando estamos ante un coche potente, de hecho cuantos más cilindros tenga el motor y cuanto más frío esté el coche, mejor que mejor.
La maniobra es tan sencilla como colocar la cámara del teléfono detrás del coche y grabar cómo arranca el motor cuando está en frío. El resultado es parecido a despertar a un dragón, pues la centralita del coche manda más gasolina de la necesaria al motor para favorecer su arranque en estas condiciones tan especiales.
Además, con el aceite frío el ruido del motor en este caso es muy peculiar, casi tanto como el humo blanco que suelen emitir los escapes por la humedad acumulada durante la noche. La única pena es que el olor a gasolina no llega a través del vídeo, pues suele notarse con fuerza.
Se trata de una maniobra que no entraña riesgo alguno ni para la mecánica del vehículo ni para nadie, pues realmente el coche ni siquiera llega a moverse.
Pasados unos segundos el motor va cogiendo temperatura y comienza a sonar más 'redondo' tal y como debe sonar un propulsor de estas características.
Eso sí, los cold start deben hacerse siempre con motores de gasolina, pues a nadie le va a gustar el arranque en frío de un motor diésel ni el humo que suele salir por el tubo de escape.
En redes social puedes encontrar cold start de cualquier tipo de vehículo imaginable, desde aviones hasta furgonetas e incluso tanques.
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