Seguridad
El robo de coches es un mal endémico del automóvil. Lejos de bajar, el paso del tiempo y las mejoras tecnológicas han permitido que los métodos de robo sean cada vez más sofisticados y rápidos, basados normalmente en la electrónica.
Dispositivos capaces de clonar la señal de las llaves y reproducirlas para abrir y poner en funcionamiento coches sin el permiso de su dueño. Se trata de un mal endémico del automóvil moderno, que conforme ha incrementado su complejidad tecnológica se ha vuelto más vulnerable.
Más allá de las medidas mecánicas como los cepos o cerrojos antirrobo, los principales sistemas de defensa son de tipo electrónico, desde inhibidores y sistemas antiarranque hasta elementos de localización por GPS.
Precisamente los dispositivos de localización de este tipo son los más habituales, en los Estados Unidos la propia Policía ha llegado a recomendar el uso de las etiquetas de Apple tag que permiten localizar dónde está el vehículo a distancia.
De hecho algunos propietarios optan por esconder una de estas etiquetas dentro del vehículo, un sistema antirrobo eficaz y casi indetectable.
En los Estados Unidos van un paso más allá y la empresa Starchase ha desarrollado una nueva tecnología que permite marcar un automóvil en plena persecución para evitar que se escape.
Esta nueva tecnología se basa en una especie de cartuchos con forma de cilindro que se adhieren a un automóvil a distancia. Para ello pueden dispararse desde el propio frontal del coche, con un aparato similar al lanzamisiles del coche de James Bond, o con una escopeta parecida a la que usan en los zoológicos para los dardos de los animales.
En este caso el dispositivo de seguimiento se adhiere con un pegamento especial que lleva en su parte delantera.
Se trata de un producto patentado por esta empresa que permite quitarlo posteriormente sin complicaciones, por lo que no daña ni la carrocería ni la pintura del automóvil, a la vez que asegura que no se caiga por su extrema capacidad de adherencia.
Así en caso de que el coche huya en plena persecución, los agentes pueden saber constantemente dónde está desde la tablet que llevan a bordo los coches de la policía.
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