Electrificación
El pasado jueves el incendio espontáneo de un coche en un garaje de la urbanización Peña Nueva de San Sebastián de los Reyes, en Madrid, obligó a la intervención de ocho dotaciones de bomberos, que tuvieron que emplearse a fondo para extinguir las llamas y neutralizar el humo generado.
Los bomberos se vieron obligados a desalojar hasta 75 chalets de la urbanización, pues los garajes son de tipo comunitario, pese a tratarse de viviendas adosadas.
El fuego se desató pasadas las 12 de la noche y los vecinos desalojados eran unánimes a la hora de explicar que lo peor del incendio era el espeso humo blanco que invadía el garaje y los domicilios.
Un humo que proviene de la combustión de las sustancias químicas de la batería y obliga a los bomberos a usar respiración autónoma.
Los propios bomberos explicaron in situ la complejidad de un incendio en el que se veían involucrados dos vehículos, uno de ellos híbrido, con batería de ion litio.
Esta suceso nos devuelve el debate sobre los incendios de coches eléctricos. Los cierto es que las estadísticas que nos llegan desde la Agencia Sueca de Protección Civil son concluyentes, los incendios de coches eléctricos no sólo no son más habituales que los de los de coches de combustible, sino que son 17 veces menos habituales. Este estudio indica que en 2022 por cada 100.000 automóviles ardieron 3,8 coches eléctricos por 68 coches de combustible, demoledor.
Es conveniente tener en cuenta que un coche híbrido no deja de ser como un coche eléctrico, pues cuenta con una batería que en caso de ser enchufable se recarga al conectarla a un punto de red.
Es cierto que en este tipo de coches el riesgo es menor en el sentido de que al ser baterías mucho más pequeñas también son más fáciles de apagar.
Tal y como indicaron los propios bomberos, el peligro de estos incendios es que son muy difíciles de apagar, pues el agua muchas veces no sirve. En este caso los bomberos tuvieron que emplearse a fondo durante horas, algo que hubiera sido mucho peor en caso de tratarse de un vehículo 100 % eléctrico.
En paralelo otro de los mayores riesgos de los incendios de coches eléctricos es que arden de forma espontánea y cuando están aparcados, un riesgo muy importante cuando esto ocurre dentro de un garaje durante la noche, algo que nunca haría un coche de combustión.
Consciente del problema, en Bruselas trabajan ya sobre protocolos que afectan a los garajes para minimizar el riesgo, con medidas que van desde plazas de aparcamiento que puedan cerrarse herméticamente hasta garajes con zonas aisladas, sin citar otras soluciones más radicales como prohibir recargar coches o aparcarlos más allá de la planta menos uno.
En cualquier caso y a pesar de que conviene tener claro que los incendios de coches eléctricos son poco habituales, hay que saber cómo actuar ante un riesgo que existe y que es potencialmente mucho más grave que el de un coche convencional.
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