
Nunca hay que insistir una vez que el volante ha hecho tope
Evita averías
Soy mecánico y te explico por qué no es bueno girar el volante del coche a tope
Esta maniobra, muy habitual al aparcar o maniobrar en una calle, puede tener consecuencias nefastas sobre la mecánica del automóvil
La dirección de los automóviles es una de las partes que más ha evolucionado en los últimos años, pues ha pasado de ser un simple esquema mecánico que se movía con la fuerza de los brazos del conductor a disponer de asistencia hidráulica y recientemente convertirse en eléctrica.
La dirección hidráulica no deja de ser un sistema mecánico en el que los movimientos del volante cuentan con una asistencia para llegar hasta las ruedas, lo que disminuye la fuerza que debe hacer el conductor.
Dirección eléctrica
En cambio en las direcciones eléctricas cambia todo por completo, pues no existe conexión mecánica entre el volante y las ruedas, sino que el impulso del volante es recogido por unos sensores y amplificado por motores eléctricos que lo envían a las ruedas.

Forzar la rueda contra el bordillo puede dañar los neumáticos
Recuerdos del pasado
Las direcciones mecánicas son un mero recuerdo del pasado que sólo se utiliza en coches antiguos, pero tanto las hidráulicas como las eléctricas comparten una característica de funcionamiento: no conviene forzar el mecanismo girando por completo.
Por un lado el ángulo de giro va a ser el mismo por mucho que forcemos el volante, una vez que hemos llegado al límite ya no hay más capacidad de giro, pues el diámetro de giro de un automóvil es fijo.
Por otro lado de este modo tan sólo logramos forzar tanto el mecanismo de la dirección como la transmisión y los propios neumáticos. En este caso lo adecuado si detectamos que el volante ha llegado al tope de su reccorrido es girar unos grados en sentido contrario y mantener la posición, pero tal y como hemos dicho no seguir insistiendo.