Una de las flotas de Nissan Leaf recibidas por la Guardia Civil

Una de las flotas de Nissan Leaf recibidas por la Guardia Civil

Seguridad

«Llevamos un patrulla eléctrico, se nos escapan»: La razón por la que la Policía no quiere coches eléctricos

A velocidad de persecución la autonomía de un coche eléctrico se reduce a menos de la mitad. Tal y como reconoce la Policía, los patrulla eléctricos se pasan «más horas enchufados que en la calle»

Un miembro de la Guardia Civil da cuenta en redes sociales de una frase que ha escuchado recientemente en la emisora de su coche patrulla respecto a una persecución de unos compañeros: «ECO, se nos escapan, llevamos un eléctrico».

Toda una declaración de intenciones sobre lo que está suponiendo para las fuerzas de seguridad la renovación de su parque móvil por vehículos eléctricos e híbridos enchufables.

Patrullar en eléctrico

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia puesto en funcionamiento por el Gobierno español con fondos europeos Next Generation para la electrificación del país pone a disposición de los estados miembros de la UE un pozo sin fondo de dinero para la reindustrialización del territorio comunitario y para la completa electrificación de su parque móvil.

Estados Unidos dio la voz de alarma con los Tesla eléctricos

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Un plan económico que nació como respuesta de Bruselas a la epidemia de Covid, con la intención de actualizar y electrificar la industria europea y ayudarla en la recuperación posterior a la crisis.

No quieren eléctricos

Estos fondos han permitido al Gobierno español la actualización parcial de los vehículos patrulla de las fuerzas de seguridad, que desde hace meses no hacen más que recibir flotas de nuevos vehículos, fundamentalmente coches 100 % eléctricos e híbridos enchufables.

Un fenómeno, el de los coches patrulla eléctricos, que nació hace ya años en los Estados Unidos, donde los Tesla Model S se hicieron habituales como coche para las policías locales.

Imagen de la entrega de los nuevos coches ZETA de la Policía Nacional

Flota de oches electrificados para la Policía Nacional

Allí la conversación del scheriff Jesse Hartman llegó a los medios de comunicación: «tengo menos de 6 millas de autonomía en el coche patrulla, cancelo la persecución, busco un cargador para poder volver a la base», todo tras una persecución de película a más de 160 kilómetros/hora en la que se había jugado el pellejo.

Para los mandos

En España las fuerzas de seguridad se han visto obligadas a sacar de la calle las flotas de vehículos eléctricos recibidas, modelos como Nissan Leaf o Renault Zoe, que finalmente han acabado en destinos ´menores´donde realizan vigilancia de instalaciones y similares, por ejemplo en puertos, cárceles o aeropuertos, pues la realidad la anticipaba este mismo policía norteamericano cuando declaraba que los coches eléctricos se pasan «más tiempo enchufados que persiguiendo a los malos».

Un coche patrulla de la Policía Nacional cargando por la ventana

Así cargan tienen que caragr sus eléctricos e híbridos

Todo ello sin tener en cuenta situaciones concretas como el de los cuarteles de la Guardia civil, donde un problema en la licitación de la obra para el despliegue de cargadores que deberían estar en funcionamiento desde el año pasado, lo ha hecho imposible.

Cargadores sin cable

En concreto nadie se dio cuenta de que además de la compra e instalación de los cargadores hay que desplegar cable eléctrico para su conexión, una partida para la que directamente no existía presupuesto alguno.

En el Reino Unido las flota de Ford Mustang Mach-e recibida por la Policía también se ha mostrado poco eficiente para el patrullaje por el mismo motivo, pues a alta velocidad la autonomía de los coches eléctricos sencillamente se desploma.

Algo similar a lo que ocurrió hace unos meses en Navarra, donde el Sindicato Profesional de la Policía Foral denunció que dos agentes se vieron obligados a dejar una emergencia sin cubrir porque el coche patrulla simplemente no estaba cargado, en este caso Nissan Leaf.

Coches eléctricos en Navarra, no sirven

Coches eléctricos en Navarra, no sirven

Es cierto que con la calculadora en la mano los estudios que barajan las fuerzas de seguridad dicen que este tipo de vehículos se amortizan en combustible entre seis y 18 meses, siempre que dispongan de cargadores, pues por el momento en muchas comisarías y cuarteles de la Guardia Civil se ven obligados a usar redes públicas de carga usando tarjetas prepago, lo que sencillamente les impide patrullar y proteger a los contribuyentes.

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