Los vecinos de este pueblo pasan corriendo delante de un radar de más de 60.000 euros para entretenerse

Es habitual pensar que lo has visto todo hasta que la realidad te da una bofetada y te demuestra que aún hay muchas cosas que pueden dejarte con la boca abierta o te hacen esbozar una sonrisa o una sonora carcajada.

Es el caso de estos vecinos de Alcoy, una localidad alicantina con más de 60.000 habitantes que deciden reunirse por las noches con una finalidad de lo más entretenida: echar carreras.

Más allá del límite de velocidad

Lo que nadie contaba es que los convocantes hubieran organizado la prueba en una calle que cuenta con un nuevo radar que fue instalado por el alcalde de la localidad recientemente.

Se trata de lo que parece ser un radar pedagógico, que suelen instalarse en lugares en los que es habitual que los conductores superen con facilidad los límites de velocidad de la calle. En este caso es más que comprensible, pues el radar está en una cuesta debajo de una calle limitada a 30 kilómetros hora.

30 kilómetros por hora

Afortunadamente, estos radares no suelen multar, salvo algunos como los que hay en la ciudad de Barcelona, simplemente aplauden con una cara contenta o una triste la velocidad a la que pasan los vecinos. En este caso resulta curioso que el radar registre la velocidad de personas, pues normalmente no lo hacen.

Aunque casi todos pasan a velocidades legales, entre 20 y 30 kilómetros a la hora, hay un joven que pasa a 32 kilómetros a la hora, lo que provoca que el radar le responda con una carita enfadada por el exceso de velocidad.

No sabemos si el Ayuntamiento de Alcoy los multará de oficio o no, pues ni siquiera está claro si te pueden multar por superar el límite de velocidad corriendo... Parece que la DGT va a tener que ponerse a trabajar para solucionar este vacío legal que llega desde Alcoy.