Imagen de la capital durante su peculiar boina de contaminación
Emisiones
Piden limitar el tráfico en Madrid de forma inmediata por los altos niveles de ozono registrados estos días
Este gas tiene efectos potencialmente cancerígenos sobre el ser humano y empeora numerosas enfermedades respiratorias
Hace ya días que Madrid ha superado los niveles de concentración de ozono recomendados por Bruselas, este gas es el principal responsable de la tradicional boina de contaminación y uno de los principales componentes del smog, palabra inglesa que viene de juntar smoke (humo) y fog (niebla).
Se trata de una contaminación tan densa que hasta se deja ver en el ambiente y está formada en gran parte por el citado ozono, un gas perjudicial que es responsable a medio y largo plazo de la formación de cánceres en el aparato respiratorio y del empeoramiento de determinadas enfermedades.
¿Cómo nos afecta?
Más Madrid y Ecologistas en Acción han pedido al Ayuntamiento de la capital que tome medidas con carácter inmediato, por un lado avisar a la población de los elevados niveles de concentración del gas y por otro reducir el número de vehículos en circulación activando los protocolos previstos.
Estación de medición de la calidad del aire de Madrid
Para hacernos una idea los límites más elevados de ozono en la atmósfera son de 120 µg/m3 y en Madrid se llega superando esta cifra desde el pasado mes de mayo, alcanzando los 180 µg/m3 en ocasiones puntuales.
Por encima de los límites
Una concentración que ha sido medida por las estaciones de Comunidad de El Atazar, San Sebastián de los Reyes, Algete y Las Rozas, así como en las estaciones de la red municipal de Madrid de El Pardo, Tres Olivos, Barrio del Pilar y Juan Carlos I, si bien los valores más elevados se registraron en San Sebastián de los Reyes (203 ug/m3) y en El Pardo (196 ug/m3), en la red de la capital.
Madrid cuenta con un protocolo ante escenarios de alta contaminación
La comunidad científica no tiene muy claro el origen de este gas y por qué se acumula, aunque se relaciona con la presencia de óxidos de nitrógeno (NOx), ausencia de vientos, calor y mucho sol. De hecho es muy extraño que los niveles sigan subiendo este mes en el que el tráfico de la capital baja hasta un 30 %.
El ozono provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, reducción de la función pulmonar, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y el agravamiento de patologías cardiovasculares, con resultado de hospitalización o muerte.