Un vehículo diésel repostando
Sanciones
La DGT ha empezado a multar a todos los coches diésel que sufren este problema
Aunque no existen cifras oficiales, se trata de un problema real con el que ya se están encontrando los agentes de la Guardia Civil en las carreteras
Aunque las ventas de coches diésel se han desplomado, en España hay todavía en torno a los dos millones de coches con motor de gasóleo que necesitan AdBlue para funcionar.
En este caso se trata de un aditivo que va directo a la zona del escape del vehículo donde mediante reacciones químicas logra reducir las emisiones contaminantes al mínimo.
No todos lo usan
Este producto es obligatorio desde el año 2014 para que todos los coches cumplieran con la normativa de emisiones Euro VI, aunque también es cierto que algunos coches diésel de baja cilindrada no lo necesitan y no lo usan.
Las gasolineras disponen de surtidores de AdBlue, no es necesario comprarlo en bote
Los coches diésel con AdBlue gastan entre 1 y 3 litros cada 1.000 kilómetros y cuentan con un depósito de entre 10 y 20 litros, lo que significa que el dueño de un coche de gasóleo debe repostar el depósito cada 5.000 o 6.000 kilómetros, algo muy razonable y que no puede considerarse como una molestia.
¿Cuánto AdBlue gasta?
Este aditivo suele costar menos de un euro el litro, por lo que su coste tampoco es un problema, pero lo cierto es que el mayor inconveniente que tiene el AdBlue es que cuando se acaba el coche directamente se para y no es posible hacerlo funcionar hasta que se rellena de nuevo el depósito.
De esta manera y aunque no es muy habitual, la Guardia Civil se ha encontrado ya con varios casos de conductores que se han quedado literalmente tirados en la carretera por quedarse sin este producto, en cuyo caso la Guardia Civil aplica exactamente la misma sanción que cuando un vehículo se queda sin gasolina.
La multa por quedarse sin gasolina es la misma que sin AdBlue
Se trata de una infracción grave que en condiciones normales se sanciona con 200 euros de multa, aunque es cierto que en determinados casos que un vehículo se ha quedado detenido en un lugar peligroso o similar podríamos hablar de una infracción muy grave al poner en peligro nuestra integridad y la de otros ocupantes de la vía, un delito de conducción temeraria en toda regla.
