El mecánico junto a la joya que tiene en su garaje
Mercado
Un mecánico enseña el coche que valía como una casa y ahora es más barato que una bicicleta
El paso del tiempo es inmisericorde con algunos modelos en concreto, este es un ejemplo perfecto de lo que es hoy lo que era hace una década un coche de ricos
Es cierto que el automóvil se ha convertido en un valor refugio equivalente al arte, y es que muchos aficionados con dinero deciden comprarse coches que se van revalorizando con el paso de los años como por ejemplo el Porsche 911 o la gran mayoría de los Ferrari.
Lo que no muchos tienen tan claro es que la depreciación de los automóviles es sencillamente brutal cuando no entran en esa categoría y no hay mejor muestra que el coche que nos muestra este mecánico.
Una ruina total
Se trata de un Audi A8, vehículo de 2011 que en su día tenía un precio equivalente a una casa de aquella época, entonces con los 90.000 o los 100.000 euros que costaba un coche de estas características podías hacer verdaderas maravillas. De hecho era un coche reservado presidentes de compañías y a presidentes del Gobierno en su variante blindada.
El interior del Audi A8 tenía hasta teléfono
Hoy, una década después de aquello no queda nada salvo el brutal precio de sus recambios y de la mano de obra, pues este tipo de vehículos tan tecnológicos tiene incluso un precio por hora de mano de obra superior, de hecho tal y como explica este mecánico estamos ante un coche que «costaba como una casa y hoy cuesta menos que una bicicleta».
Solo para valientes
Tal y como explica es uno de los coches más modernos y cómodos que existen y con una dotación tecnológica muy elevada que hace que incluso hoy en día los recambios sean intocables. De hecho entonces era uno de los pocos coches del mercado con una estructura 100 % de aluminio y que tenía pantalla desplegable e incluso teléfono.
Una compra nada recomendable sino quieres tener problemas en la cuenta corriente, pues cambiarle el aceite o unas simples pastillas de freno puede ser cuestión de miles de euros. En este caso tenía un motor diésel de seis cilindros y 230 caballos, lo que asegura un consumo realmente bajo, al menos algo es algo.
El mecánico está intentando vender el Audi a8
En este caso se trata de un tipo de vehículos que suele acabar en el desguace a la menor avería de consideración, pues por ejemplo un simple compresor del aire acondicionado ya son miles de euros.
