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AFP

General de Brigada François Meyer (1933-2022)

En nombre de los 'harkis'

Evitó la muerte a 350 autóctonos que lucharon por Francia durante la Guerra de Argelia

Nació el 22 de octubre de 1933 y murió el 10 de junio de 2022 en Clamart (Francia)

François Meyer

Hijo de un oficial de Aviación, optó por el Ejército de Tierra, donde llegó a general de Brigada.

La Sala de Fiestas del Palacio del Elíseo fue el escenario, el 20 de septiembre de 2021, de algo más que una clásica ceremonia de entrega de condecoraciones. Ese día, Emmanuel Macron imponía al general de Brigada François Meyer las insignias de Gran Cruz de la Orden de la Legión de Honor.
En la persona del viejo militar, el presidente de la República saldaba, de forma tardía y puede que insuficiente, la deuda moral que Francia tenía hacia los harkis, aquellos autóctonos argelinos que se decantaron por el bando galo durante la Guerra de Independencia entre 1954 y 1962.
Una vez se produjo el final del conflicto, cuyo sexagésimo aniversario se conmemorará el próximo 3 de julio, decenas de miles de harkis fueron asesinados por las fuerzas del nuevo Estado –les consideraban como traidores–, ante la indiferencia de las autoridades francesas.
Pero no la del joven teniente Meyer, que en los últimos días de Argelia como provincia de su país –nunca fue una colonia– brindó protección a alrededor de 350 que sirvieron bajo sus órdenes, deseosos de huir hacia la Francia metropolitana para empezar una nueva vida. Era su única vía de escape para escapar del sangriento ajuste de cuentas.
Meyer les congrego y esperó tres meses acompañándolos en todo momento en el puerto de Orán, y en contra de las indicaciones de su jerarquía –una directiva de mayo de 1962 prohibía nuevas repatriaciones–, hasta que el último de ellos pudo subirse a un barco.
Pero la llegada a metrópoli no significaba el final de la incertidumbre para los integrantes del grupo, pues llegaban a tierra desconocida y sin ser especialmente bienvenidos.
De nuevo Meyer acudió al rescate. Esta vez les buscó un futuro como agricultores en la meseta de Roure, en Lozère, una de las zonas más despobladas de Francia. Les dedicaba buena parte de su tiempo libre mientras proseguía su carrera militar, que terminó con el rango de general de Brigada.
La empezó, como todo buen oficial francés que se precie, al ingresar en la Academia Militar de Saint-Cyr primero y, posteriormente, en la Escuela de Caballería de Saumur. Uno de sus primeros destinos fue un regimiento de Spahis, equivalente galo de los Regulares en España.
Nada extraño pues que esta unidad estuviera destinada en Argelia –territorio al que Meyer llegó en 1958– ni que el grueso de su tropa estuviera constituido por harkis. Fue el inicio de una relación de más de seis décadas entre el oficial y sus soldados.