El arquitecto del Villarreal

José Manuel Llaneza estaba entregado en cuerpo y alma en llevar a su Villarreal hasta la cima del fútbol de élite y lo consiguió. De segunda división, su «submarino amarillo» ascendió y fue Campeón de Europa. Tres décadas de su vida, desde que entró a formar parte del club en 1993, pasando a ser gerente, consejero delegado y vicepresidente hasta hoy, en que Llaneza no ha logrado derrotar la leucemia que le llevó a su hospitalización este año y tras su salida a recibir una enorme ovación de la hinchada «grogueta» cuando regresó al palco en plena lucha contra la enfermedad. Aguantó con fuerza, esperanza y valentía pero la muerte de su esposa, Encarna Carceller, hace menos de un año, fue otro golpe durísimo que le marcó hasta el final.

El mundo del fútbol ha reaccionado de inmediato al anuncio del fallecimiento de Llaneza. El Real Madrid ha hecho público un comunicado manifestando que «Jose Manuel Llaneza fue un dirigente excepcional y uno de los responsables de que el Villarreal forme parte de la élite del fútbol».

El club de su vida, el Villarreal, ha comunicado que «manifiesta su profundo e inmenso dolor, tristeza y consternación por su irreparable pérdida. Destacó su talento, labor, capacidad y liderazgo».

En una de sus últimas entrevistas dijo: «Quiero que me recuerden como un tipo que trabajó por el Villarreal y que si he cometido algún error ha sido pensando que era lo mejor para el club».

José Manuel Llaneza ha muerto a los 74 años, cuando más disfrutaba de la consistencia y respeto que su Villarreal mostraba en el fútbol continental. Conocedor de todos los secretos del fútbol, fue un hombre elegante en los despachos y se hizo querer siempre entre sus compañeros de la Liga. Él, que hizo fichajes importantes para su equipo, siempre alardeó de que su gran fichaje «fue Fernando Roig como presidente y accionista de la entidad». El empresario valenciano mantuvo a Llaneza como su mano derecha, su hombre de confianza, su amigo.

El Villarreal CF está de luto.