La eclosión de la gastronomía y del vino en España le deben mucho

Isabel Mijares nos ha dejado. Los viñedos lloran. El universo del vino se pone de luto.

Afrancesada, en la acepción más digna de este término que tiene connotaciones de libertad: afrancesada por el matrimonio con su compañero de toda la vida Yves Verín, al que expresamos nuestro más sentido dolor y afrancesada por su formación en Burdeos en cuya universidad se licenció en Enología después de haberse licenciado en ciencias químicas por la Universidad Complutense de Madrid, sin olvidar su formación inicial como maestra, que le ha marcado en todas sus acciones. La pasión de enseñar.

Alumna de los más prestigiosos enólogos franceses, supo traducir al español sus conocimientos y la eclosión de la gastronomía y del vino en España le deben mucho a María Isabel.

Narrar su larga trayectoria en el apasionante oficio del vino nos llevaría a escribir una enciclopedia de referencias técnicas, premios, libros y conferencias. Las huellas de su buen saber la encontramos no solo en numerosas bodegas de España, sino que la encontramos también en países tales como Bolivia, Chile, Brasil, Argentina, Uruguay, o México, países en los que sentó cátedra y a quienes ayudó a reconvertir cultivos insanos por viñedos y a elaborar con esa uva unos grandes caldos que ya forman parte del patrimonio vinícola del mundo.

Tuve el honor de conocerla allá por el año 1983 cuando ya era una autoridad en el mundo del vino, siendo la primera mujer enóloga de España y la primera en presidir un Consejo Regulador y otras muchas organizaciones después.

Comprometida con las relaciones bilaterales entre España y Francia, formó parte de la creación de Dialogo, la asociación de amistad hispano francesa, y creamos en 1986 la Commanderie de Madrid del Grand Conseil des Vins de Bordeaux , en cuyas cenas y catas siempre nos ha deleitado con su conocimiento y verbo libre y expresivo.

Siempre te recordaremos. No nos dejas con la copa vacía, solo que no podremos chocarla con la tuya.

Se vive mientras alguien te recuerda. Serán muchos los viñedos que te recordarán, bodegas que llevarán tú sello y agradecimiento y aficionados a quienes enseñaste a catar y a quienes iniciaste, así, a disfrutar de un arte milenario: el de transformar el jugo de la vid en néctar de dioses.

Gracias. Adieu Isabel.

• Daniel de Busturia es Grand Maitre territorial España del Grand Conseil des Vins de Bordeaux