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25 de abril de 2024

Ojo avizorJuan Van-Halen

Un Tío Gilito cutre y socialista

Los cargos de los que la juez le acusa son cohecho, falsedad documental, blanqueo de dinero, tráfico de influencias y pertenencia a grupo criminal organizado. Pero eso no impide su libertad. Beneficios de pertenecer al partido de Sánchez

Actualizada 11:36

El Tío Gilito, el pato adinerado de Disney, tenía tres sobrinos; el más célebre era el pato Donald. Tito Berni tiene sólo un sobrino conocido al que hizo director general en el Gobierno de Canarias y le unió a su clan, pero cuenta con muchos protegidos. Los nuevos tiempos. El Tío Gilito era tacaño y Tito Berni generoso con el dinero ajeno. El Tío Gilito no esnifaba coca, no iba de putas (hubiese ido de patas), ni organizaba francachelas en restaurantes de lujo burlando la pandemia pues ya digo que era tacaño. El Tío Gilito tenía un carácter bronco mientras Tito Berni es un tipo simpático.
La mayor diferencia acaso sea que el Tío Gilito era un señor pato e iba por la vida con ese señorío de los patos de Disney, mientras Tito Berni es un hortera, de manifestaciones cutres. En Wikipedia aparecen sus estudios de Formación Profesional, rama de Administrativo. Sabemos de él lo que cuentan los medios. Ocupa la actualidad porque supuestamente encabeza una trama para conseguir favores oficiales en beneficio de empresarios deseosos de sacar adelante sus empresas; también solicitaban evitar o desactivar sanciones.
Hasta aquí un anecdotario jocoso. En España la anécdota frecuentemente se hace categoría y pesa lo suyo. Pero lo que me preocupa no es esa periferia sino el fondo de la cuestión. Que el Congreso de los Diputados se convierta en centro de una trama de venta de favores es inaceptable. ¿Qué dice de eso Meritxell Batet? Ni pío. Según declaraciones del llamado Mediador los empresarios que acudían a Tito Berni pasaban por los despachos del Grupo Socialista para hacer sus aportaciones al conseguidor que utilizaba el Congreso para impresionarles. Alguien recordará el escándalo que produjeron los negocios de Juan Guerra, hermano del entonces vicepresidente del Gobierno, realizados desde un despacho del gobierno civil de Sevilla.
Me preocupa no menos que aparezca involucrado un general de división de la Guardia Civil que a veces recibía a quienes le indicaba Tito Berni en dependencias de la Benemérita. Era como la prueba de confianza que empleaba el jefe del clan para tranquilizar a sus pupilos. Para quienes tenemos demostrado amor y cercanía a la Guardia Civil el golpe ha sido duro. El general de división –claro, no será socialista– está en prisión mientras Tito Berni anda las calles tan tranquilo. La Fiscalía Anticorrupción no pidió ninguna medida cautelar para él, ni siquiera consintió que se registrase su despacho. Puede haber destruido pruebas pero eso a la Fiscalía no le importa. «¿De quién es la Fiscalía?». «Pues eso». ¿Recuerdan aquella frasecita de Sánchez? Pues eso. Los cargos de los que la juez le acusa son cohecho, falsedad documental, blanqueo de dinero, tráfico de influencias y pertenencia a grupo criminal organizado. Pero eso no impide su libertad. Beneficios de pertenecer al partido de Sánchez. Cuando los imputados eran del PP se les detenía entre gran presencia policial y mediática y el asunto abría las noticias televisivas.
Con motivo de esta presunta trama –y digo presunta por la presunción de inocencia mientras los socialistas si les conviene generan la presunción de culpabilidad– a algunos ministros se les ha visto el plumero de la mentira. Una ministra, médico por más señas aunque apuntó a Felipe González el invento de la sanidad pública, qué cosas, acusó al PP de ser el partido más corrupto de España. Y otra ministra aseguró que todo el mundo sabe que el PSOE no es un partido corrupto. Tienen amnesia. Hasta ahora el mayor caso de corrupción en España es el de los ERE de Andalucía. Pero a quienes fueron capaces de apuntalar su moción de censura en una sentencia manipulada por el juez De Prada que luego desmintió el Tribunal Supremo es inútil pedirles la verdad. No había habido condena al PP. El único partido condenado como tal por corrupción es el PSOE por el caso FILESA.
Lo de los corruptos con putas y coca no es nuevo; se dio en el caso de los ERE andaluces. Y ver a los corruptos puteros en calzoncillos de lunares ya nos lo ofreció Roldán. Todos del PSOE. Y Griñán sentenciado y sin pisar la cárcel. Zaplana con una leucemia grave se pasó una larga temporada entre rejas. Pero, claro, no era socialista.
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