Lo que le ha durado Feijóo a Revilla
En vez de hacer lo que hubiera sido humanamente comprensible, que es decir al PP, ahí se quedan ustedes con Revilla y los apoyos que él da, los cuatro diputados de Vox dieron muestra de otra hechura moral y votaron a la candidata popular convirtiéndola en presidente de la Asamblea
En todo este desbarajuste que ha tenido lugar con motivo de los pactos que se están gestando para formar gobierno en las comunidades autónomas, me sorprende el poco ruido que ha generado la primera traición de Miguel Ángel Revilla al Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo. En los medios nacionales que leo sólo he visto la crónica –excelente– de Ana Martín en El Debate.
Como es sabido el PP tenía la posibilidad de alcanzar en Cantabria la mayoría absoluta con Vox. Ante lo que se interpuso Miguel Ángel Revilla, temeroso de quedar totalmente fuera de juego. Él se ofreció al PP para que pudieran gobernar a cambio de su abstención. El desconcierto de buena parte del electorado popular fue grande: saben bien que Revilla es muy hábil y había encontrado una forma de retener poder. Y de tener al PP agarrado por donde más duele durante toda la legislatura. Ellos dijeron que el precio que ponían para su abstención era que Vox fuese excluido de todo.
Así que el jueves pasado llegó la primera elección relevante, la de la Mesa de la Asamblea Regional. El PP presentó la candidatura de María José González Revuelta que debía ser elegida con la abstención del Partido Regionalista de Cantabria. Pero Revilla traicionó su pacto y presentó en el último minuto a su mano derecha, Francisco Javier López Marcano, como candidato a presidir la Asamblea. Huelga decir que el PSOE apoyó la candidatura de Marcano, lo que le daba 16 votos frente a los 15 de la popular y la teórica abstención de Vox, marginado del proceso.
En vez de hacer lo que hubiera sido humanamente comprensible, que es decir al PP, ahí se quedan ustedes con Revilla y los apoyos que él da, los cuatro diputados de Vox dieron muestra de otra hechura moral y votaron a la candidata popular convirtiéndola en presidente de la Asamblea.
No contento con haber traicionado el pacto con el PP, Revilla todavía tuvo los bemoles de declarar después que «ya podemos intuir que existe un pacto encubierto entre PP y Vox para gobernar en Cantabria». Es el colmo de la hipocresía. El pacto era con el partido de Revilla. Como algunos habíamos anunciado, antes de empezar Revilla ya ha traicionado a los populares de Núñez Feijóo y todavía tiene las agallas de salir a denunciar que el PP se apoye en Vox para no ser derrotados. Aquí está perfectamente descrita la hoja de ruta que ha trazado Revilla para esta legislatura: Vox debe quedar excluido para que él pueda seguir mandando y pactando con el PSOE para derrotar al PP cuando le resulte conveniente.
Don Alberto, lo que ha sucedido no puede sorprender a nadie. Éste es el mismo Revilla que lleva ya 40 años como diputado autonómico. Dieciséis de ellos como presidente y otros ocho como vicepresidente. Si le ha engañado y traicionado ha sido porque usted y la presidente de su partido en Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, lo han querido.
Esto va a ser un espectáculo trágico para el que merece la pena sacar entradas de primera fila.
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