Dos pillos al descubierto
¿Intentará el Equipo Nacional de Opinión Sincronizada convencernos de que Albares y García Ortiz son víctimas de la extrema derecha? ¿Tan alta representación tiene en la Fiscalía y en la Carrera Diplomática? ¿O es que todo el que se opone a Sánchez pasa a ser considerado automáticamente un facha?
Esta semana ha habido síntomas de un descalabro que en cualquier democracia normal se llevaría por delante un Gobierno. Pero en España no sucede esto porque ya no somos una democracia equiparable con las de nuestro entorno. Marchamos no tan lentamente hacia el totalitarismo. Cuando un presidente cree que él encarna la democracia, ese régimen está gravemente enfermo. Y eso es lo que vivimos hoy en España.
Entre el jueves y el viernes dos cuerpos relevantes de la Administración Pública se sublevaron contra sus superiores. El jueves fue la Asociación de Diplomáticos Españoles, que agrupa a más del 60 por ciento de los miembros de la Carrera Diplomática, la que lanzó un duro comunicado contra el ministro de Asunto Exteriores, mi nunca bien ponderado Napoleonchu. Y el viernes fueron trece fiscales de sala, el generalato de la Fiscalía, los que arremetieron contra el fiscal general del Estado pidiendo su dimisión al considerar insostenible su posición. Dos de esos trece fiscales de sala han ejercido anteriormente como fiscal general del Estado.
¿Intentará el Equipo Nacional de Opinión Sincronizada convencernos de que Albares y García Ortiz son víctimas de la extrema derecha? ¿Tan alta representación tiene esa supuesta radicalidad ideológica en la Fiscalía y en la Carrera Diplomática? ¿O es que todo el que se opone a Sánchez pasa a ser considerado automáticamente un facha?
La degradación a la que Napoleonchu ha conducido al Ministerio de Asuntos Exteriores está llegando a unos extremos inimaginables. Se permiten las máximas irregularidades como el que tengamos un secretario de Estado que no reside en España. En concreto el de Unión Europea, un becario de Palencia de nombre Fernando Mariano Sampedro Marcos, que le llevaba los cafés a Úrsula von der Leyen y no quería dejar su residencia en Bruselas cuando le nombraron miembro del Gobierno español. Quién sabe si por razones familiares o de otro tipo. Así que todo se resolvió dejándole el despacho del jefe de la Reper, vulgo embajador ante la UE. El jefe de la Reper, Marcos Alonso, es de una fidelidad canina a Napoleonchu. Algo no tan criticable ya que hogaño es la única forma de hacer carrera. Y su fidelidad ha sido recompensada ahora. La destitución del embajador en Bélgica, Alberto Antón, por la cabezada que le provocó el discurso de Napoleonchu en la conferencia de embajadores ha permitido al ministro dar la embajada ante el Reino de los Belgas al hasta ahora embajador en Luxemburgo y reemplazar a éste por… la mujer de Marcos Alonso. Nieves Blanco era hasta la fecha embajadora en Lituania. Está visto que no hay mejor forma de hacer carrera que ser megapelota de Napoleonchu. si no, que me expliquen por qué ha sido cesado el embajador en Bélgica, pero no el embajador en Argelia que en las imágenes de The Objective está igual de dormido. Quizá porque el de Argelia se llama Fernando Morán y, como su padre, el primer ministro socialista de Asuntos Exteriores, tiene la misma militancia política. De ahí el comunicado de la Asociación de Diplomáticos Españoles pidiendo unos criterios conocidos para el ascenso dentro de la carrera. Y supongo que para la decapitación también.
Sumemos a esto lo sucedido en la Fiscalía General del Estado. Si esto hubiera ocurrido en las Fuerzas Armadas sería considerado un golpe de Estado. Pero ha ocurrido en la Fiscalía y por un simple escrito de fiscales de sala del máximo prestigio. ¿Hasta cuándo va Sánchez a mantener a García Ortiz abrasándose para salvar al jefe? Cuando veo sacrificios martiriales como el de don Alvarone me pregunto qué recompensa le habrá prometido Sánchez. Porque me cuesta mucho creer que lo que estamos viendo en el fiscal general del Estado es simple devoción por la causa.