Ómnibus a las elecciones

Según la Academia Española de la Lengua, ómnibus es un «vehículo diseñado para transportar numerosas personas a través de vías urbanas». Para el gobierno un «decreto ómnibus» es una especie de «cajón de sastre» o «cajón desastre» donde cabe todo tipo de normas y leyes que no tienen nada que ver unas con otras: desde la subida de las pensiones a la protección de los ocupas, pasando por el incremento del Salario Mínimo Interprofesional o el palacete de París del PNV. Temas tan distintos y diversos que resulte imposible imaginar que tanto catalanes de Junts como el PP se lo vayan a tragar enterito sin ponerle objeción alguna.

Sánchez está tan empoderado –o así se muestra– que olvida que perdió las últimas elecciones. Se empeña una y otra vez en decir que él ya ha hecho su trabajo y que le corresponde a los demás aprobar lo que él diga. Personalmente, creo que se equivoca en lo fundamental. Junts está decidida a no prestarle sus votos hasta que no consiga lo que desea. Eso sí: previa humillación del gobierno. Éste solo necesita tragarse su orgullo y someterse a una cuestión de confianza.