No es eso, no es eso

Imagino que nadie sabe la verdadera intención de Trump porque a buen seguro ni él mismo la conoce. El vaivén de las Bolsas de todo el mundo es la señal más clara de la incertidumbre, que es lo que más daña a la economía. Por ello, resulta inconsecuente que haya partidos o personas que aún apoyan al presidente americano, e incluso sus votantes —como en otros lugares— ya protestan porque las decisiones de Trump van en contra de la democracia y del libre mercado, faros de los que Estados Unidos viene haciendo bandera desde que los colonos del 'Mayflower' sentaron las bases de un país que se convertiría en líder mundial.

No se sabe a dónde lleva Trump al mundo y bastantes de sus más conspicuos seguidores ya reniegan de él a la vista de sus pérdidas patrimoniales por las vesánicas decisiones de su presidente. Estados Unidos, que tantas veces ha paseado la bandera de la libertad, bien debiera enarbolar ante la Casa Blanca una gran pancarta que diga: «No es eso, no es eso».