Cartas al director
Europa, 80 años después
Se cumplen 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Aquel 8 de mayo de 1945 no solo cerró una tragedia humana sin precedentes, sino que marcó el inicio de un esfuerzo histórico por levantar un continente sobre ruinas físicas y morales. De ese impulso nacieron instituciones y valores que dieron forma a una Europa unida, democrática y en paz.
Hoy, ocho décadas después, los frutos de aquella reconstrucción siguen presentes: cooperación política, prosperidad compartida y una generación que ha crecido sin guerra. Pero también resurgen sombras que creíamos superadas: discursos de odio, nacionalismos excluyentes, y conflictos armados en nuestras fronteras.
La guerra en Ucrania, la polarización política, el aumento de la desinformación y la fatiga democrática nos recuerdan que la paz no está garantizada. La historia no se repite, pero advierte. Europa no está en ruinas, pero sí ante una encrucijada.
Conmemorar el final de la guerra no debe limitarse a actos simbólicos. Es momento de preguntarnos si estamos cuidando lo que tanto costó conquistar. Si aprendimos, de verdad, que la paz es frágil y la democracia, exigente.
Recordar 1945 no es solo mirar atrás, sino entender que el mayor homenaje a quienes vivieron y murieron en aquella guerra es no permitir que sus causas vuelvan a germinar.