Mediocridad

Mucha crispación. Eurovisión se está cargando España. Entre los televotos del Gobierno a Hamás y los wasaps, no vivimos. El problema de España es que nos conformamos con poco. Exigimos un mínimo de honradez y que no se lleven demasiado los políticos en mordidas. Tomemos como ejemplo nuestros trenes y vayamos al Japón, donde la puntualidad se considera una virtud nacional.

¿Dicen que el metro llegará a las 3:16:06? Llega a las 3:16:06. De lo contrario, el conductor cometerá harakiri. Aquí, bah. Hasta puede que le den un bono si sale de la estación.

Para evitar el desánimo, les recomiendo que vean en bucle a las campeonas del mundo de 4 x 400 y a las subcampeonas 4X100. Son unas españolas que rompen moldes en un país con políticos mediocres y además, pese a la teoría de la campeona Peleteiro, son blancas. La segunda recomendación es preguntarse: ¿qué tienen las croquetas frías uno o dos días después de hacerlas? Toque divino.