Cartas al director
Deshojando la margarita
No hay nada como viajar solo para, de tanto en cuando, darle vueltas al coco. La tecnología internet pone además a disposición nuestros medios españoles. Así que no me puedo separar de la peste, ni aún en la distancia. Creo no obstante que soy muy afortunado, de escapada en los presentes compases. Ya ven, huyendo de la chicharrera en todos los aspectos. Lo del presidente Sánchez da asco. En esta encrucijada en la que al PSOE se le amontonan los marrones, no es suficiente pedir perdón y el tú más. El presidente es culpable de haber elegido semejante morralla para cargos de muy alta responsabilidad. Tampoco vale lo de los demás.
Lo que se dirime hoy es lo que al PSOE le afecta en exclusiva. Tampoco es en absoluto suficiente sacar a la luz resultados gubernamentales reconocidos. Menos aún culpar a todo bicho, cuando el responsable del PSOE y del Gobierno se queda de rositas. Lo acaecido es grave, pero el abordaje de la crisis es además deplorable. Y lo que aún puede estar por venir, de tal modo que la reacción de hoy es susceptible de variar al alza. Los partidos que sustentaron su investidura no aceptan la llegada de la derecha. No aprecian en ella alternativa posible, pero la continuidad supone bendecir cosas que no es posible soportar. Creo que es evidente el descrédito y el engaño presidencial. Ante su enroque a no convocar elecciones, solo una moción de censura podría permitir el relevo.
Y miren por donde, parece ser que faltan cuatro votos. Si no triunfa la moción, ya no nos queda ni vergüenza. Si triunfa, ¿más de lo mismo?, eso sí, con cambio de color en la escuadra. ¿O cree el Sr. Feijóo que esos pocos votos van a ser baratos?