En primera línea Tomás Poveda

De la política para adultos a la de infantiloides trileros

Salvo alguna excepción, hoy la política se presenta como un obstáculo para la libertad de empresa y la generación de prosperidad, tanto en España como en América

En abril tuve la oportunidad de acompañar a Raúl Diez Canseco a una comida con el presidente Aznar y la alcaldesa Ana Botella.

José María Aznar (1996-2004) y Raúl Diez Canseco (2001-2004) coincidieron en los gobiernos de sus países en el mismo tiempo. En mi opinión, el presidente Aznar es el mejor presidente de la democracia; situó a España en los países a la cabeza de la UE y también le dio un fuerte impulso a la presencia de España en el mundo. Su política económica virtuosa permitió que España se convirtiese en país fundador del euro, fuertes crecimientos, bajadas notables del paro, de impuestos, rebajó la deuda al 35 por ciento del PIB (hoy casi se ha cuadruplicado). La conclusión de la privatización de empresas públicas permitió crear multinacionales con una indiscutible presencia en América; en Iberoamérica primero para luego poner rumbo a Estados Unidos. Y a todo ello se suma la derrota de ETA-Batasuna, por la determinación de Aznar y de su Gobierno, frente a la claudicación de Zapatero y la sumisión de Sánchez.

Raúl Diez Canseco, como vicepresidente primero y ministro de Comercio Exterior y Turismo, abrió la economía peruana, mediante la negociación y firma de distintos acuerdos de libre comercio, lo que ha situado a Perú como una potencia exportadora en materias primas mineras y de productos agropecuarios. Su compromiso con la libertad y la democracia están grabadas en piedra. Diez Canseco es un empresario de éxito que cree en la economía social de mercado y concedió recientemente una entrevista a El Debate.

Ana Botella ha sido una alcaldesa de Madrid brillante, en un momento de gran complejidad por la crisis económica y financiera de principios de la década pasada. Su respaldo fue muy importante cuando me tocó, como director general, reflotar la Casa de América en el periodo 2012-2015.

Ilustración: José María Aznar y Raúl Diez Canseco — Paula Andrade

Escuchar y compartir reflexiones con estos titanes de la política es una gran oportunidad y enseñanza. Y la conclusión a la que llego es que pasamos de la Política para adultos (2021, Plaza & Janes Editores), de entonces, parafraseando al presidente Rajoy, a la de infantiloides trileros de nuestro tiempo. En este contexto, aquel pasado fue mucho mejor que este presente caótico y woke. Aznar está absolutamente convencido de que Feijóo será un gran presidente, que devolverá a España a una senda de buena gestión y raciocinio, con el consiguiente respeto internacional a nuestro país.

Tendremos la oportunidad de volver a reencontrar y escuchar a José María Aznar y Ana Botella en el Congreso de empresarios de ambos continentes de CEAPI –Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica– que se celebra en Madrid a partir del 30 de mayo.

Los empresarios tenemos no sólo que pensar en nuestros proyectos empresariales sino también comprometernos con los retos y problemas de nuestro tiempo. Salvo alguna excepción, hoy la política se presenta como un obstáculo para la libertad de empresa y la generación de prosperidad, tanto en España como en América. Los empresarios debemos contribuir con nuestro compromiso y la aportación de soluciones innovadoras. Ser avestruces no es una opción válida. El Congreso de CEAPI será un buen momento para la reflexión conjunta y la búsqueda de soluciones, y así tratar de evitar que esta vuelva a ser una década perdida.

Y estas líneas en las que hablo de política y de empresa, no puedo concluirlas sin recordar a Josep Piqué, Q.E.P.D., ministro en los Gobiernos de Aznar y otro gran hombre de Estado, comprometido con España y con Cataluña, desde la política y la empresa, ámbito en el que también destacó. Fue una gran suerte tratarle en lo personal y en lo profesional. Es y será un referente. Siempre estará en nuestro recuerdo. Mi admiración e inmenso cariño para Gloria.