Las caras de la noticia (20/05/2024)

Javier Milei

La visita de Milei a España para participar en una convención de Vox ha derivado en una tormenta diplomática con el Gobierno de Sánchez, que ha reaccionado con una melodramática llamada a consultas a nuestra embajadora en Buenos Aires y una petición de socorro a José Borrell. Nada más llegar Milei a Madrid, Sánchez y dos de sus vicepresidentas cargaron contra él en sus mítines con términos despectivos. Milei les devolvió el domingo las invectivas refiriéndose de pasada a los cinco días de reflexión de Sánchez y a «su mujer corrupta». Por supuesto la frase fue aprovechada al instante por el Gobierno para hacer un poco de victimismo, con una alocución especial de Albares desde la Moncloa en plena tarde de domingo. Si el Gobierno de Sánchez hubiese cuidado un poco la diplomacia con Argentina jamás se habría llegado a esto. Pero han puesto a Milei en la diana desde el primer minuto, con insultos constantes, que tuvieron su guinda con el histriónico y faltón ministro Puente acusándolo de consumir drogas. Milei pudo haberse ahorrado la invectiva de llamar «corrupta» a Begoña Gómez, ciertamente. Pero el Gobierno ha reaccionado con histeria, intentando incluso convertir en un problema de la Unión Europea una polémica creada por el Gobierno de Sánchez, que fue quien inició los ataques a Milei.

Mónica García

Una de las muchas novedades negativas del Gobierno de Sánchez es que los ministros han olvidado su deber de representación institucional para convertirse en puros forofos de su partido político. La populista de extrema izquierda Mónica García, ministra de Sanidad, está ahí para servir a los españoles de todas las tendencias ideológicas, por lo que resulta inaceptable que se ponga al frente de una manifestación por la sanidad pública (que en realidad era una marcha de la izquierda contra Ayuso). Si García cree que la sanidad funciona mal debe empezar por ponerse a trabajar al respecto –¿acaso no es la ministra del ramo?–, en lugar de embutirse en la camiseta reivindicativa y ponerse tras la pancarta. Por lo demás, la manifestación fue un éxito de público, muchísimo más que el que acudió a la marcha pro Sánchez de Ferraz. Pero la reivindicación resulta curiosa, toda vez que Madrid goza precisamente de una magnífica sanidad pública, con las listas de espera más bajas de España y la mayor esperanza de vida.

Ángel Víctor Torres

Muy poca elegancia, y no mucha más cabeza, ha mostrado el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática al aprovechar una entrevista en el periódico oficialista del sanchismo para amenazar a los monjes del Valle de los Caídos con expulsarlos de la basílica. Al margen de que excede sus competencias y vulnera los acuerdos con el Vaticano, es de un matonismo inaceptable. ¿Qué daño hacen a España las oraciones de los benedictinos que viven en el templo? Otra vez la peor España, la del rencor sectario inflexible.