Después de muchas vicisitudes, el actual párroco, el sacerdote canario D. Héctor J. Rodríguez de Rivera, volvió a entusiasmar a los vecinos para dar el impulso final al proyecto, y el Cristo se instaló sobre una torre acondicionada en lo alto del cerro del Mogorro, a poco más de cuatro kilómetros de La Nava de Ricomalillo, desde donde se divisa toda la comarca.