
Los espléndidos frescos de la iglesia de Breda
Recuperados en una iglesia de Gerona unos frescos dañados en la Guerra Civil y ocultos durante 60 años
Este lunes aparecieron las pinturas detrás de unos paneles decorativos de madera que se instalaron en la década de los 60
Cataluña fue, junto a la Comunidad Valenciana, una de las regiones donde el patrimonio artístico religioso sufrió mayores pérdidas. Los milicianos del bando republicano vandalizaron e incendiaron cientos de iglesias, ermitas y conventos, por lo que se produjo una pérdida irreparable de piezas de incalculable valor.
Breda, un pueblo de Gerona, también sufrió la barbarie iconoclasta de los milicianos, y su iglesia fue incendiada en 1939, poco antes de que la Guerra Civil llegara a su fin. El artista Josep Aragay había realizado en 1925, en el baptisterio del templo, unos extraordinarios frescos novecentistas que quedaron severamente dañados. Tras la contienda, el propio Aragay pintó y colocó unos paneles decorativos en 1965 para cubrirlos, y ahora acaban de ser retirados como parte de un proyecto promovido por el Museo Josep Aragay, el Ayuntamiento de Breda, la parroquia y la diócesis de Gerona.

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El pasado lunes, cuando un equipo técnico del Centro de Restauración de Bienes Muebles de la Generalitat retiró los paneles de madera que cubrían las pinturas, se produjo el hallazgo de los frescos, que han permanecido ocultos durante seis décadas.
«Ahora se pondrá en marcha la redacción de un proyecto técnico y la estimación del coste de la restauración para garantizar su preservación para futuras generaciones», según ha explicado el obispado de Gerona en un comunicado.