Por qué los retiros 'Zaqueo' hacen que empresarios españoles «cambien totalmente» la forma de ver sus negocios

Un CEO de una multinacional, un trabajador que persigue su sueño de emprender, un padre de familia que compagina su vida profesional y personal, un sacerdote que busca formar comunidad en su propia parroquia… todo tipo de situaciones vitales encuentran propósito en los retiros Zaqueo.

Esta iniciativa espiritual, inspirada en otras más conocidas como los retiros de impacto de Emaús y Effetá, busca inspirar a empresarios y trabajadores y mostrarles cómo Dios está presente en todas las facetas de la vida, incluida la laboral.

«Cuando salí del retiro Zaqueo, tuve claro que mi dimensión personal, mi parte profesional y también la espiritual no son compartimentos estancos. Todo converge en la realidad de que estamos en el regazo de Dios, y eso para mí es transformador porque la vorágine diaria nos puede atrapar a emprendedores y ejecutivos», confiesa Borja Pérez de Brea, uno de los participantes y coordinadores del primer retiro de este tipo organizado en España.

Con la misión de transformar la vocación empresarial, estos retiros son impulsados por la asociación His Way at Work España, una organización joven y en crecimiento que forma parte de un movimiento internacional presente en Estados Unidos e Hispanoamérica.

«Tras el retiro, algunos empresarios decidieron cambiar su tarjeta de visita y añadir un mensaje evangelizador. Otros empezaron a rezar antes de iniciar una reunión. En este sentido, está influyendo en las organizaciones, incluso en aspectos que sólo Dios conoce», confiesa Borja.

Admitiendo que aunque esta herramienta de fe lleva muy poco tiempo, lo cierto es que los frutos no han tardado en llegar: «Hay empresarios que nos han dicho que esto les ha cambiado todo su modo de ver su negocio: desde su concepción global hasta la manera en que se relacionan con su equipo directivo y con sus empleados», añade.

Un empresario católico no puede «dejar a Dios en el parking»

Como afirma Borja, «todo ayuda a que los participantes sean conscientes de que Dios quiere estar en sus empresas». De acuerdo con los organizadores de esta iniciativa, la misión esencial es mostrar a los empresarios que la fe y la carrera profesional no son caminos separados.

En el ámbito laboral, donde suele hablarse únicamente de éxito y dinero, se tiende a pensar que la fe solo se vive en la vida personal. Sin embargo, la Doctrina Social de la Iglesia enseña que el mundo empresarial, además de perseguir un evidente beneficio económico, debe estar guiado por la ética y el bien común. En otras palabras, el trabajo cristiano implica que los empresarios deben preocuparse por sus trabajadores.

«Puedes repriorizar tu día a día para que esté lleno de Dios y realizar un retorno espiritual de las inversiones. Es decir, ser un empresario católico es mucho más que ir a misa el domingo y llegar el lunes a la oficina para dejar a Dios en el parking», concluye Borja.

Inspiración tras una conversión en Emaús

Otra de las personas que se encuentran detrás del proyecto es Ramón J. Fonte, el empresario y psicólogo que confiesa como esta idea le vino a la cabeza tras convertirse en un retiro de Emaús.

Este pensamiento quedó en un «borrador», pues antes llegarían otros logros alcanzados de la mano de Dios. Conoció His Way at Work e introdujo el proyecto en España. Más adelante, su devoción al Sagrado Corazón de Jesús lo llevó a un hito importante para compartir su fe: la celebración de la primera consagración de empresas al Sagrado Corazón de Jesús en España, que tuvo lugar en el Cerro de los Ángeles junto al obispo de Getafe, monseñor Ginés García Beltrán.

Tiempo después, junto a este sacerdote y otros empresarios, como Eduardo Gómez —quien también vivió una profunda conversión tras superar un cáncer y dejar el éxito profesional para volver a la Iglesia y a su familia—, nació el proyecto 'Zaqueo'

¿Por qué 'Zaqueo'?

En la sociedad actual, donde los indicadores de éxito parecen medirse en términos de rentabilidad, beneficio o márgenes, «todos somos invitados, como Zaqueo, a que Dios transforme nuestra vida para poner los talentos que hemos recibido al servicio de Quien nos los dio, y así cambiar el mundo que nos ha tocado», explica Fonte.

Encontramos el personaje de Zaqueo en el Nuevo Testamento (San Lucas 19:1-10). El evangelista nos relata cómo este hombre de poca estatura que tuvo que subirse a un árbol para poder escuchar las palabras de Jesús. Era el jefe de los recaudadores de impuestos de la ciudad, posición social importante en aquella época y asociada con la falta de honestidad también. Tras aquel encuentro con Jesús, se dejó transformar completamente. En ese momento, decidió corregir lo que había hecho mal ante Dios y ante los demás.

El futuro del proyecto parece alentador. La propuesta ha despertado ilusión tras haber sido presentada internacionalmente por His Way at Work. Empresarios de Hispanoamérica se han interesado en llevar la iniciativa a sus países. Entre ellos, Héctor Mario Pérez Villarreal, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México y asesor espiritual de la organización, ha respaldado la iniciativa con entusiasmo.

Un ejemplo es el caso de Pablo Medina, empresario chileno, quien vivió la experiencia Zaqueo en España y ahora trabaja para sacar adelante en su país la iniciativa, que califica como «muy necesaria». «Si bien hay mucho ánimo, mucha palabra potente, también hay momentos de recogimiento. Fue mi primera aproximación a la adoración al Santísimo», reconoció en una entrevista para el medio Aciprensa.

«Ya hay en España, en Chile, en México y en Estados Unidos muchos empresarios católicos que se han atrevido a hacer este camino dentro de su empresa y, además de acumular tesoros en el Cielo, están obteniendo frutos humanos, generando relaciones mucho más cordiales, mejor clima laboral, mejor resultado», detalló.

Como complemento a esta experiencia y formación espiritual, los participantes tienen la posibilidad de unirse al grupo de empresarios y empresas que ya se han consagrado al Sagrado Corazón de Jesús. Con este paso se busca consolidar lo vivido durante el retiro: un impulso más en el camino que ayuda a los participantes a perseverar, evitando que lo experimentado quede solo como una vivencia transformadora —pero muchas veces efímera— de fin de semana.