¿Qué valor tendrán los ancianos en la sociedad del futuro y las prisas? En el inicio de las catequesis sobre la ancianidad, el Papa Francisco apuntó el sentido de la gran longevidad en el Antiguo Testamento y su valor en la «sociedad de las prisas»Cómo estar seguro de que Dios nos escucha y vence al mal Ricardo Franco Madrid 09/09/2022 Actualizada 09:29 Facebook Twitter Whatsapp Whatsapp Enviar por Email En el pasaje bíblico de las genealogías de los antepasados sorprende enseguida su enorme longevidad: ¡se habla de siglos! ¿Cuándo empieza, aquí, la vejez? Uno se pregunta. ¿Y qué significa el hecho de que estos antiguos padres vivan tanto después de haber generado a los hijos? ¡Padres e hijos viven juntos, durante siglos! Esta cadencia secular de la época, narrada con estilo ritual, otorga a la relación entre longevidad y genealogía un significado simbólico muy fuerte.GTRES Es como si la transmisión de la vida humana, tan nueva en el universo creado, pidiera un lenta y prolongada iniciación. Todo es nuevo, en los inicios de la historia de una criatura que es espíritu y vida, conciencia y libertad, sensibilidad y responsabilidad. La nueva vida –la vida humana–, inmersa en la tensión entre sus orígenes «a imagen y semejanza» de Dios y la fragilidad de su condición mortal, representa una novedad completamente por descubrir.GTRES Es como si tuviéramos que retomar nuestras preguntas sobre el sentido de la vida desde el inicio y con calma, cuando aparece el escenario de la condición humana lleno de preguntas nuevas e interrogantes inéditos.GTRES El exceso de velocidad, que ya obsesiona todos los pasajes de nuestra vida, hace cada experiencia más superficial y menos «nutriente». Los jóvenes son víctimas inconscientes de esta escisión entre el tiempo del reloj, que quiere ser quemado, y los tiempos de la vida, que requieren una adecuada «fermentación».GTRES La vejez, ciertamente, impone ritmos más lentos: pero no son solo tiempos de inercia. La medida de estos ritmos abre, para todos, espacios de sentido de la vida desconocidos para la obsesión de la velocidad.GTRES Si no hay diálogo entre jóvenes y ancianos, entre adultos, si no hay diálogo, toda generación permanece aislada y no puede transmitir el mensaje. Un joven que no está vinculado a sus raíces, que son los abuelos, no recibe la fuerza –como el árbol tiene la fuerza de las raíces– y crece mal, crece enfermo, crece sin referencias.GTRES La ciudad moderna tiende a ser hostil con los ancianos (y no por casualidad, también lo es con los niños). Esta sociedad que tiene este espíritu del descarte y descarta tantos niños no queridos, descarta a los ancianos: los descarta, no sirven y los pone en una residencia para ancianos, ingresados.GTRES El exceso de velocidad pulveriza la vida, no la hace más intensa. Y la sabiduría requiere «perder tiempo». Cuando tú vuelves a casa y ves a tu hijo, a tu hija pequeña y «pierdes tiempo», pero este coloquio es fundamental para la sociedad. Y cuando tú vuelves a casa y está el abuelo o la abuela que quizá no razona bien o ha perdido un poco la capacidad de hablar, y tú estás con él o con ella, tú «pierdes tiempo», pero este «perder tiempo» fortalece la familia humana.GTRES Hoy se verifica una mayor longevidad de la vida humana. Esto nos ofrece la oportunidad de aumentar la alianza entre todas las etapas de la vida. Y también nos ayuda a crecer la alianza con el sentido de la vida en su totalidad. El sentido de la vida no está solamente en la edad adulta, de los 25 a los 60. El sentido de la vida está en todo, desde el nacimiento a la muerte y tú deberías ser capaz de hablar con todos, también tener relaciones afectivas con todos, así tu madurez será más rica, más fuerte.GTRES La prepotencia del tiempo del reloj debe convertirse en la belleza de los ritmos de la vida. Esta es la reforma que debemos hacer en nuestros corazones, en la familia y en la sociedad. Convertir la prepotencia del tiempo, que siempre nos apura, a los ritmos propios de la vida.GTRES Una sociedad donde los ancianos no hablan con los jóvenes, los jóvenes no hablan con los ancianos, los adultos no hablan con los ancianos ni con los jóvenes, es una sociedad estéril, sin futuro, una sociedad que no mira al horizonte, sino que se mira a sí misma. Y se queda sola. Que Dios nos ayude a encontrar la música adecuada para esta armonización de las diferentes edades: los pequeños, los ancianos, los adultos, todos juntos.Papa Francisco. Audiencia General. 23 de febrero de 2022.GTRES Temas Papa Francisco Iglesia Católica