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26 de abril de 2024

Presentación de Jesús en el templo, de Francisco Rizi

Presentación de Jesús en el templo, de Francisco RiziMuseo Nacional del Prado

¿Qué es la purificación de la Virgen y qué tiene que ver con la Presentación de Jesús en el templo?

Cuarenta días después del nacimiento de Jesús, según marcaba la ley de Moisés, María se acercó a presentarlo en el Templo

«Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: `Todo varón primogénito será consagrado al Señor´». Así arranca el versículo 22, del capítulo segundo del Evangelio de Lucas, en el que narra la escena de la presentación de Jesús en el Templo.
La purificación de la Virgen María, a la que se refiere Lucas en su evangelio, es el tiempo que que había de pasar después de que una madre que había dado a luz a un varón. Estas eran consideradas impuras por siete días. Además, habían de permanecer treinta y tres días «en purificación de su sangre». En cambio, si la recién nacida era una niña, este tiempo se duplicaba el tiempo. Pasados los cuarenta u ochenta días del parto, las madres debían llevar al templo un cordero como ofrenda y un pichón de paloma o una tórtola por el pecado. La cría de oveja podía ser sustituida por «un par de tórtolas o dos pichones», como dice Lucas (2, 24)
Entonces, cuando se cumplen cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María cumple con la ley y se presenta en el templo. Allí, se encontraba Simeón, según cuenta Lucas, hombre justo y piadoso. «Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor» (Lucas 2, 26). Simeón cuando vio a Jesús entrar con sus padres, lo cogió en brazos y lo bendijo, diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel». (Lucas 2, 29-32).
Dado que el nacimiento de Jesús está fechado el 25 de diciembre, la purificación de María, la presentación en el templo y la fiesta de las Candelarias se celebra cada año el día 2 de febrero.
Y, ¿por qué también la Candelaria? La respuesta se encuentra en la iconografía. La imagen de esta Virgen de origen Canario se ha relacionado con la luz de la purificación, la que guía hacia el buen camino y la redención. Cristo, la Luz del mundo, es presentado por su madre en el Templo, y viene a iluminar a todos como las candelas, de donde deriva el nombre de Candelaria.
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