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30 de abril de 2024

Beata Elena Guerra

Beata Elena Guerra

Elena Guerra será santa: «La abuela de la Renovación Carismática» con especial devoción al Espíritu Santo

El Papa Francisco ha aprobado el decreto del milagro de la beata Elena Guerra, que será canonizada en una fecha que todavía no ha sido anunciada

Elena Guerra murió a los 79 años, separada y calumniada por las hermanas de la congregación que ella misma había fundado años atrás. Su vida la había dedicado a pedir a los cuatro Papas que conoció una mayor devoción al Espíritu Santo –«quien de verdad puede renovar la faz de la tierra», insistía sobre él–. Tanta era su devoción, que le puso su nombre a la orden que instauró en 1882: las Hermanas Oblatas del Espíritu Santo.
Es conocida por ser la madre de las Oblatas, pero también la «abuela» de la Renovación Carismática. Guerra nació en Lucca, Italia, en 1835 en el seno de una familia católica y practicante. Desde pequeña se involucró en el servicio a los pobres, a los que asistió durante una epidemia de cólera en su ciudad natal y sobre los 20 años fundó tempranamente dos grupos para mujeres laicas, el Jardín de María y Amistades Espirituales.
Un viaje a Roma que realizó junto a su padre en 1870 fue el punto decisivo para su vocación. Tras visitar las catacumbas y al Papa Pío IX decide consagrarse y ofrecer su vida por el éxito del Pontificado. Cada día crece en ella la devoción al Espíritu Santo y de ella hablan las doce cartas que escribió a León XIII, que dicen que fueron lo que alentaron al Papa para escribir su encíclica Divinum illud munus, sobre la presencia y virtud admirable del Espíritu Santo.

Apóstol del Espíritu Santo

Así la apodó Juan XXIII en su beatificación. «Así como santa Margarita María Alacoque fue el humilde instrumento que Dios utilizó para difundir el culto al Sagrado Corazón de Jesús, lo mismo puede decirse de la beata Elena Guerra respecto a la devoción al Espíritu Santo», dijo en la beatificación de la «abuela» de la Renovación Carismática, que en realidad no surgió hasta 50 años después de su muerte.
En 1872, Elena y sus amigas decidieron transformar su unión de Amistades Espirituales bajo la advocación de María Santísima, Madre del Bello Amor, y se convirtieron en las Hermanas de Santa Zita, dedicadas a educar a mujeres jóvenes. Una de ellas fue Gema Galgani, que estudió con Guerra entre los 11 y los 15 años. La santa, conocida por sus estigmas, murió en 1903 con tan solo 25 años.
El cuerpo incorrupto de la beata Elena Guerra

El cuerpo incorrupto de la beata Elena Guerra

Santa Zita y su instituto se convirtió después en las Oblatas del Espíritu Santo, cuando en 1893 su ayudante de cocina, Erminia Georgetti, le dijo que al comulgar Dios le insistía que le dijese a Elena que «convocase a todos los fieles en una oración universal por medio de la devoción del Nuevo Cenáculo» (grupos de oración fundados por ella en los que organizaban novenas al Espíritu Santo).
Sus últimos siete años de vida los pasó apartada por la fuerza de su congregación y sus hijas espirituales. La autoridad eclesial de Lucca la presionó para renunciar públicamente de su cargo como superiora de las Oblatas del Espíritu Santo, pero cuando su director espiritual investigó estos hechos dijo: «Encontramos oro donde creíamos que había basura, y basura donde creíamos que había oro…».
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