El papel higiénico si se puede tirar al inodoro

El papel higiénico sí se puede tirar al inodoroGTRES

¿Se debe tirar el papel higiénico a la basura o al inodoro?

La regla de la triple P para saber qué hacer con toallitas o tampones

Cada día es más común tener en los cuartos de baño de las viviendas una pequeña papelera para depositar las toallitas, discos de algodón o compresas y quizá, tras visitar algún bar de carretera, haya surgido la duda de qué hacer con el papel higiénico: ¿se puede echar por el inodoro?
El Canal de Isabel II explica que por el váter únicamente se deben depositar tres cosas: orina, heces y papel higiénico. Esta regla es conocida internacionalmente como la triple P o PPP por sus siglas en inglés –pee, poo and paper–: «El papel higiénico sí se desintegra en el agua lo suficientemente rápido: en apenas media hora desaparece casi por completo. Por eso, desecharlo por el váter no supone ningún problema».
Lejos de suponer un inconveniente, no desechar el papel higiénico por el inodoro podría ocasionar un problema de salud, como afirma la doctora en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias, UNAMéxico, Irma Rosas Pérez: «El manejo del material fecal en las casas pone en peligro la salud de quienes están en contacto directo» y añade «las bacterias de la familia Escherichia coli se desarrollan en materia fecal y pueden ocasionar una infección si se ingirieren a través del agua o los alimentos. Esos microorganismos también liberan endotoxinas, moléculas que se adhieren a las partículas suspendidas en el aire que al ser inhaladas generan irritación nasal y otros males respiratorios. Incluso se piensa que son posibles causantes de asma y conjuntivitis en niños», concluye la experta.

Qué pasa con las toallitas

Entonces, qué pasa con las toallitas que se venden con la etiqueta de desechables o biodegradables. Desde el Canal de Isabel II se afirma que aunque en muchos envases de toallitas se indica que son desechables o biodegradables, no llega a ser del todo cierto, ya que, aunque sí se acaban descomponiendo, no lo hacen en el tiempo que tardan en llegar a las depuradoras –apenas unas horas–.
«El tejido de las toallitas se compone de una mezcla de fibras sintéticas que no se puede disgregar, de modo que, si se tiran por el inodoro, permanecen prácticamente inalteradas durante varias semanas, incluso meses», informan desde Canal.
Las toallitas húmedas, tampones o compresas que se tiran al váter se han convertido en una de las principales amenazas para las depuradoras y las redes de saneamiento: pueden causar importantes daños medioambientales y su retirada acarrea costes millonarios.
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