Sandía

El forclorfenuron es legal solo como regulador del crecimiento vegetal en kiwis y uvasCreative Commons

¿Pueden comerse sin riesgo las sandías con grietas en su interior?

Una explicación científica explica el 'trastorno del corazón hueco'

Cada verano desde hace 12 años surgen los rumores sobre los peligros de comer sandías con gritas en su interior. El rumor surgió en 2011 cuando llegaron a las noticias supuestos informes chinos sobre la explosión de sandías en campos del gigante asiático. Se descubrió que los agricultores aceleraban el crecimiento de las frutas mediante forclorfenuron, un producto químico legal en el país, que combinado con el clima húmedo pudo provocar que las sandías reventaran.
En España, el forclorfenuron es legal solo como regulador del crecimiento vegetal en kiwis y uvas pero no se aplica en sandías con lo que no tiene sentido creer que si la pulpa de la fruta tiene una grieta es un indicador de que se ha utilizado el acelerador de crecimiento químico que sí que puede provocar un crecimiento demasiado rápido y, por tanto, la fisura interna. La teoría que alertaba sobre químicos y efectos nocivos en sandías con grietas se desvanecía y el rumor se desmentía.

Por qué tienen grietas

Qué puede provocar entonces que las sandías españolas tengan grietas en su interior. La explicación podría estar en lo que se conoce como 'trastorno del corazón hueco', según determinó un estudio realizado por el investigador de la Universidad de Delaware, Gordon Johnson, quien demostró que la distancia entre la fruta y su fuente de polen tenía la culpa de las grietas interiores. Johnson también observó que el tiempo y las condiciones climáticas también tienen un impacto en las sandías afectadas por el corazón hueco: «Ocurre en condiciones climáticas adversas y, a menudo, en las primeras sandías» y añadía: «Eso se debe a que es más probable que tengamos noches frías o condiciones tormentosas, particularmente noches frías, donde las flores tempranas son las más afectadas».

La distancia entre la fruta y su fuente de polen tendría la culpa de las grietas interiores

Como conclusión, el investigador afirma que las grietas que pueden aparecer en las sandías «no se producen por una enfermedad producida por un hongo o una bacteria, es algo que ocurre cuando ocurre y no ocurre cuando no ocurre» y por lo tanto su consumo no supone ningún riesgo para salud. Debido a que los productores no pueden tratar el corazón hueco mediante la aplicación de pesticidas o fertilizantes, carecen de una defensa para proteger su cultivo.
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