Escote

Las zonas del cuello y el escote requieren unos cuidados específicos para mantener la firmeza, suavidad y tonificación

Ocho claves para cuidar la piel de cuello y escote

Estas zonas requieren unos cuidados específicos para mantener la firmeza, suavidad y tonificación

El cuello y el escote son unas zonas sensibles a los cambios hormonales y a los signos del envejecimiento por lo que requieren unos cuidados específicos para mantener la firmeza, suavidad y tonificación. Expertos de Mabosalud explican que la piel del cuello tiene menos cantidad de fibroblastos, es más fina y tiende a caer. Además, no posee musculatura propia y es una de las partes del cuerpo más expuesta al sol, el viento y la contaminación, por lo que es de las que más cuidados y protección necesita.

Lo mismo ocurre con el escote, que tiende a deshidratarse por la poca cantidad de glándulas sebáceas que tiene. Produce menos colágeno y elastina, lo que se traduce en aparición de pliegues y pérdida de firmeza, y la piel es mucho más delgada y no tiene folículos pilosos, lo que la hace muy sensible.

Los dermatólogos, afirman que el verdadero mantra es la constancia en la hidratación. Al igual que la del rostro, es crucial hidratar la piel del cuello y el escote todos los días. No es necesario comprar productos especiales para realizar esta tarea, con aplicar la misma crema facial será suficiente. Eso sí, es importante que esta cuente con altas dosis de principios activos en sus ingredientes y que ayude al rejuvenecimiento de la piel y atenúe las arrugas.

Ocho recomendaciones

  1. Exfolia la piel del pecho y cuello una vez por semana para favorecer la renovación celular y eliminar pieles muertas. Así se favorecerá la absorción de otros productos cosméticos; además de dejarla muy suave y bonita. Elimina las células muertas con un tratamiento exfoliante suave rico en activos hidratantes y reparadores.
  2. Practica actividades como el pilates, las pesas o la natación, ya que estos ejercicios tienen como objetivo tonificar los músculos de los pectorales, entre otros fines.
  3. Cuida la alimentación. Elige alimentos ricos en antioxidantes y vitamina E. Por ejemplo, la naranja, la fresa, los arándanos… También, el salmón o el aguacate, ricos en Omega3, para que el cuerpo aumente la producción de colágeno de forma natural, y verduras de hoja verde como la espinaca o la rúcula.
  4. Para que el pecho no se deforme resulta esencial no subir ni bajar de peso drásticamente. Conservar la talla hará que la piel sea más elástica y que el músculo no esté flácido.
  5. No fumes y protege la piel del sol. Tanto el tabaco como no protegerse adecuadamente ante la exposición solar, contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel.
  6. No duermas boca abajo. Lo ideal es hacerlo boca arriba. Además, los expertos también recomiendan hacerlo con algo de sujeción en el pecho.
  7. Date duchas de agua tibia con regularidad; así la piel del pecho y cuello quedará más tonificada.

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